París rechaza extraditar a Chile al asesino del ideólogo de Pinochet
La justicia chilena seguirá sin poder poner sus manos sobre Ricardo Palma Salamanca. El tribunal de apelaciones de París denegó ayer la extradición a Chile del exguerrillero, al que el país sudamericano buscaba desde su espectacular huida en 1996 de una cárcel de alta seguridad donde cumplía cadena perpetua por el asesinato cinco años antes del senador Jaime Guzmán, considerado el principal ideólogo de la dictadura de Augusto Pinochet. Además, tiene otra condena pendiente por el secuestro, también en 1991, de Cristián Edwards del Río, hijo del dueño de El Mercurio, un diario próximo a la dictadura finalizada un año antes.
Chile había solicitado la extradición de Palma Salamanca nada más conocer su detención en París, en febrero de 2018. El juicio comenzó poco después. El caso se complicó cuando, en noviembre, la Oficina Francesa para los Refugiados y Apátridas (OFPRA) le concedió la condición de refugiado político, al dar credibilidad a sus alegaciones de que había sido torturado tras ser detenido en Chile para que confesara el asesinato de Guzmán, tal como afirmó también su defensa durante el juicio. Una decisión que indignó al Gobierno chileno. Solo un mes antes, durante una visita a París, el presidente Sebastián Piñera había declarado: “Lo que Chile quiere es muy simple, que él pueda volver donde fue juzgado y condenado por un delito terrorista”.
Una fuga de película
El deseo de Piñera no se verá cumplido. La negativa de los jueces, que además ordenaron levantar el control judicial que pesaba sobre Palma Salamanca, está en línea, subraya Efe, con la posición de la fiscalía, que durante el juicio se manifestó en contra de la extradición del exguerrillero.
El abogado del Estado chileno, Vincent Courcelle Labrousse, reclamó por el contrario la extradición alegando que cuando Palma Salamanca fue condenado, Chile ya era una democracia y que por eso tenía que regresar para purgar su pena.
La decisión del tribunal pone, al menos por el momento, un punto final a una historia rocambolesca desde el momento mismo en que se perdió la pista de Palma Salamanca y que no concluyó hasta su detención 22 años más tarde en París. El hombre, de 49 años, protagonizó una espectacular fuga de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago de Chile el 30 de diciembre de 1996.