Euskadi paraliza la asignatura sobre la historia de ETA por la dura polémica
El Gobierno vasco anunció ayer su decisión de aplazar indefinidamente su propuesta de llevar a las aulas a partir de abril la historia de Euskadi de 1960 a 2018, que incluye la de
El programa escolar, previsto inicialmente como experiencia piloto en ocho centros educativos, fue elaborado por el secretario de Derechos Humanos, Jonan Fernández, junto al historiador Juan Pablo Fusi; la exconsejera del Gobierno vasco Mari Carmen Garmendia y el veterano periodista Mariano Ferrer. Fueron especialmente críticas con el plan las asociaciones de víctimas del terrorismo, que presentaron una enmienda a la totalidad por considerarlo un modo de “blanquear la historia ETA, con el objetivo de lograr un amplio acuerdo con las entidades educativas, las asociaciones de víctimas del terrorismo y los partidos. La Secretaría de Derechos Humanos y Convivencia del Ejecutivo vasco paraliza
de ETA”, así como un grupo de historiadores vascos. En el terreno político, el PP y EH Bildu, desde posiciones antagónicas, también enmendaron a la totalidad el programa mientras el PSE, socio de gobierno del PNV, mantuvo una crítica más matizada. Solo el partido del lehendakari Urkullu asumió el programa.
La Secretaría de Derechos Humanos y Convivencia —que mañana se reúne con el Consejo de Víctimas del Terrorismo, el organismo más crítico con Herenegun— así el programa Herenegun (Anteayer), desarrollado a través de cinco vídeos y fichas complementarias para alumnos de cuarto de ESO y segundo de Bachillerato, por las duras críticas de entidades sociales y políticas.
adelanta que no va a retirarlo porque “la alternativa al relato en las aulas no puede ser el no relato”. Su propuesta es “abrir un proceso de diálogo con los sectores afectados para introducir propuestas que lo mejoren sin fijarse plazos”. El objetivo es alcanzar “un acuerdo lo más amplio posible”. “El gran debate se plantea entre educar e instruir. No se trata de decirles a los alumnos lo que tienen que pensar sino de estimularles a pensar críticamente”, precisa la Secretaría.
El Gobierno vasco establecerá “dos límites infranqueables en su propuesta definitiva: no aceptar nada que suponga la legitimación del terrorismo de ETA y no excluir en el programa a los demás terrorismos que existieron en Euskadi”. Su propuesta para alcanzar un acuerdo partirá de las aportaciones que ha recibido de instituciones escolares, asociaciones de víctimas del terrorismo, historiadores y partidos.
El PP vasco ha decidido enmendarlo a la totalidad y no ha presentado propuestas. El PSE ha presentado una enmienda crítica en la que subraya que Herenegun “no contribuye a la deslegitimación del terrorismo porque no aclara que ETA mató injustificadamente por pensar diferente”. Plantea críticas puntuales como la escasa presencia en los vídeos de resistentes contra ETA y de víctimas frente a exetarras. Con todo, defiende la necesidad de “llevar la historia de ETA a las aulas”.
Las instituciones educativas, sin embargo, no discrepan sustancialmente de la propuesta. El Consejo Escolar de Euskadi valora la iniciativa “como una oportunidad para que el alumnado conozca la historia reciente de Euskadi y, a través de ello, desarrolle un pensamiento crítico, que le permita pensar con autonomía, respetar otras visiones y deslegitimar el uso de la violencia”. Propone, complementariamente, “un plan de formación para el profesorado”. La Universidad del País Vasco (UPV) subraya que “desde el punto de vista de los principios rectores de la educación en derechos humanos ni de los contenidos históricos incorporados ni del modelo pedagógico subyacente existen razones que hagan aconsejable paralizar” el programa. El informe de la UPV propone la supervisión atenta del plan piloto para “tomar decisiones que pivoten sobre la lógica educativa”.
El texto de la Universidad de Deusto afirma que “de la unidad didáctica no se desprende que haya un enfoque general de equidistancia que trate de diluir la responsabilidad de ETA o legitimar o justificar la violencia”. “Los materiales [educativos] tampoco tratan de absolver la actuación de las instituciones públicas al contener una crítica explícita de su tardía reacción y de la pasividad inicial de buena parte de la sociedad vasca”, señala esta universidad, que, a pesar de todo, admite que deben mejorarse los materiales “para cumplir satisfactoriamente con su objetivo educativo”.
El informe de la Universidad de Mondragón apunta que “se trata de un material necesario y adecuado” para abordar cuestiones como “la memoria, la convivencia y la justicia” así como para “promover una conciencia crítica sobre la violencia en el alumnado”.