“Chaval, tú eres el elegido”
El martes testificaron las dos víctimas cuyos casos no han prescrito (ocurrieron cuando Millán ya tenía más de 60 años, 50 más casi que sus atletas); ayer lo hicieron tres compañeros del club de atletismo de Tenerife, que habían estado más de 10 años callados, y uno de los jóvenes de Alhama, que lo hizo por vídeoconferencia. A todos les movilizó Elisa, la madre de Eduardo, el primero que denunció a tiempo ante la policía. Los abogados que oyeron los testimonios (el juicio es a puerta cerrada para preservar la intimidad de las víctimas) comentaron en la pausa del café lo duro que era oír repetidos los mismos hechos, cómo Millán actuaba, cómo encumbraba a los que sometía, “chaval, tú eres el elegido, el mejor, los demás son una mierda”. Elisa también movilizó a todos los de Alhama, a siete exatletas que, con el subcampeón olímpico de Barcelona 92 Antonio Peñalver al frente, han volado hasta Tenerife para dejar de estar callados casi 40 años más tarde.
por parte de Millán supone el fin del silencio protector. Un fin que abrumará y que se repetirá más de 10 veces hasta sofocar cualquier duda. Eso creen las víctimas. Eso esperan la acusación particular y la Fiscalía, que han convocado a 13 atletas que testificarán como víctimas. Los últimos años nadie sabía nada, nadie sospechaba. Ramón Cid, el director técnico nacional que le nombró responsable de combinadas, lamenta ahora el nombramiento y lamenta, sobre todo, que nadie de los que sabían algo sobre las razones que le forzaron a abandonar Alhama de Murcia las navidades de 1992 le avisara, le dijera que no le nombrara.
“Lo lamento, pero no me siento culpable”, dice Cid. “Yo no sabía nada”. Tampoco sabía nada Héctor González, el presidente del Club de Atletismo Tenerife CajaCanarias, en el que Millán entrenaba. González, que trabajó como técnico codo con codo con Millán e, irónicamente, ha heredado su cargo de responsable nacional de combinadas, declaró ayer como testigo: “El club no sabía nada, el club actuó como debía, el club sigue, hay heridas que se curarán, Millán nos tenía engañados a todos...”.
Hoy declara Odriozola
Por videoconferencia testificará hoy José María Odriozola, de 79 años, el expresidente de la Federación Española de Atletismo que deberá explicar por qué permitió que Millán regresara al atletismo y a entrenar a adolescentes y menores apenas 10 años después de haberlo despedido cuando se demostró insostenible su situación en Alhama de Murcia. Odriozola, seguramente, se escurrirá hablando de una dilución de responsabilidades compartidas, de la decisión de tapar bajo una ley del silencio oprimente las decenas de casos de abusos en la localidad murciana tomada conjuntamente por las fuerzas vivas del pueblo, incluida la guardia civil, el Ministerio de Educación y la propia federación.
El silencio generó frustración y sentimiento de culpa. Los responsables policiales de la comisaría de La Laguna, donde comenzaron las denuncias, después de declarar en el juicio contaban cómo había sido clave el trabajo de un comisario de Murcia, jubilado, que sabía perfectamente lo que había pasado en Alhama y que durante años no había dormido tranquilo pensando que Millán nunca se sentaría en una sala de un tribunal como acusado.