Una veintena de muertos y 300 detenidos en tres días de protestas
Los disturbios afectan a zonas populares de Caracas y del interior
sopor de la incertidumbre y la resaca de tres noches de intensas protestas y represión en varios sectores populares de Caracas y del interior del país, que han dejado una veintena de muertos y más de 300 detenciones, cubrió el día después del 23 de enero Venezuela.
La capital retomó sus actividades con la normalidad que permite la profunda crisis económica y social que vive el país, en medio de una gran desinformación por la tímida cobertura que ha dado la televisión abierta y la radio a protestas y a las movilizaciones opositoras, tras el cerco de censura que ha impuesto el Gobierno. Filas para comprar comida, filas de ancianos para cobrar la pensión. Lo usual en el país pero con Juan Guaidó como presidente interino que se proclamó ante una movilización popular extraordinaria y el reconocimiento de parte de la comunidad internacional, y Nicolás Maduro en el palacio presidencial de Miraflores.
Delante de una máquina de café, Elizabeth Cárdenas, de 49 años, contaba ayer con cara de cansancio a sus compañeras la noche que pasó en su residencia en San Martín, en el oeste de Caracas. “Nos cortaron la luz, la policía echó bombas lacrimógenas y acorraló a la gente para que no bajara a la autopista a protestar; quemaron basura y agarraron un carro de la policía. Era la gente de los barrios cercanos, los que quieren que se vaya Maduro”. Ella también se cuenta entre los que quieren un cambio de Gobierno, pero ahora mira con más escepticismo la posibilidad. “Mientras los militares estén con Maduro acá no va a pasar nada”. Sin conocerlo mucho, le da su apoyo a Guaidó, pero no ve clara las posibilidades de éxito de su plan.
Fuera de la panadería donde trabaja Cárdenas, Antonio Cabral, comerciante de 46 años, hablaba de las minúsculas dimensiones que tuvo la concentración del chavismo en apoyo a Maduro. “No llenaron una cuadra y trajeron gente del interior en autobuses. No fue como la avalancha de gente que apoyó a Guaidó”. La comparación de los respaldos a uno y a otro no lo saca de la incertidumbre sobre los días por venir.