Miembros de la OEA piden garantías de seguridad
Juan Guaidó cabalga en este momento sobre un tigre: sujetarse en él es muy difícil, pero si se suelta, el animal puede revolverse y devorarle. Catapultado como figura nacional de forma casi accidental, a causa del malestar extendido en el país después de que Nicolás Maduro asumiese un nuevo mandato el 10 de enero, Guaidó ha podido surcar con habilidad varios escollos como presidente de la Asamblea Nacional para formular un llamamiento a la transición postchavista en Venezuela.
Con su proclamación como presidente interino, Guaidó fue ovacionado por las multitudes que le acompañaban el miércoles en Caracas y consolidó sus lazos con parte de la comunidad internacional que salió a reconocerle. Esta circunstancia amplía mucho su margen de maniobra, su seguridad y fuero personal, y lo catapulta como una figura a contraponer a Maduro.
Esto a pesar de las reservas que se evidenciaron entre algunos compañeros de oposición por el hecho de anunciar que asumía la presidencia, ya que consideran que el paso no fue consultado y que respondía a “la eterna impaciencia de Voluntad Popular”, su partido. Con todo, si bien algunos de sus dirigentes han objetado a Guaidó, partidos como Dieciséis países del continente americano expresaron ayer en la Organización de Estados Americanos (OEA) su “pleno respaldo” a Juan Guaidó y pidieron que se garantice su “seguridad” y la de los miembros de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. La declaración fue respaldada por 16 de los 34 países que son miembros activos del organismo: Argentina, Bahamas, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, EE UU, Honduras, Guatemala, Haití, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana. “Demandamos que se garantice la seguridad y la protección del presidente encargado, Juan Guaidó, y de los miembros de la Asamblea Nacional”, leyó la embajadora de Argentina, Paula María Bertol, durante una sesión extraordinaria sobre Venezuela del consejo permanente de la OEA. La declaración fue rechazada de inmediato por una de las representantes de Maduro en la OEA, Asbina Ixchel Marin Sevilla, que la tildó de “panfleto”. Su postura fue respaldada por Bolivia y Nicaragua.