Aires de paz en la acción cultural exterior
El ministro de Cultura, José Guirao, y su homólogo de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, pusieron fin simbólico ayer a una década de relaciones espinosas entre ambos departamentos sobre cómo gestionar la acción cultural exterior, sobre todo en lo tocante al control del Instituto Cervantes. Guirao y Borrell reconocieron ese cambio de rumbo. “Queremos abordar el asunto de manera coordinada y ordenada”, afirmó el primero. Para ello, aseguraron que se celebran reuniones mensuales para perfilar estrategias entre ambos departamentos
junto al Cervantes y Acción Cultural Exterior.
Los dos ministerios han diseñado un Plan de Acción de Cultura Exterior, pendiente de la aprobación de los Presupuestos, que incluye acciones en el extranjero en torno al mundo editorial, el cine, el patrimonio o las artes visuales y escénicas, sobre todo. En casi todos los capítulos, los ministros anunciaron aumentos de dotación y partidas especiales para defender y promocionar la presencia de creadores y agentes culturales en festivales, ferias y otras citas. También anunciaron que el Cervantes elevará un 4,9% su dotación hasta los 129 millones, además de partidas para abrir nuevos centros en EE UU —con Washington y Los Ángeles como prioridad— o recuperar el de Gibraltar.