Cósima Ramírez toma la alternativa de su madre
La propuesta de Ágatha Ruiz de la Prada aunó lo que su hija Cósima Ramírez bautiza como “agathismo clásico”, es decir, los iconos que conforman el universo de la diseñadora, con una clara influencia de su heredera, que por primera vez se inmiscuye por completo en el proceso creativo. “Mi madre se resistía al chándal, pero hemos logrado convencerla”, comenta en el backstage. Suya es la idea de incluir plataformas “a lo Spice Girls, el puntazo de la colección” que se venden desde ayer mismo y conjuntos deportivos con escamas de dinosaurio que define como “chándal-chic”. Su papel en la propuesta queda ratificado en forma de logo: bolsos y accesorios en los que se lee “Cósima” y que, como ella misma reconoce, le vendrá muy bien “a nivel repercusión”. La guinda del pastel la puso una modelo vestida de tarta que cerró el desfile. La literalidad en la pasarela madrileña es una constante. cliente (“replanteamos nuestra estrategia a un modelo de varias colecciones cápsula anuales”), una opinión compartida por Miguel Becer, de ManéMané.
A pesar de que Palomo haya dejado la pasarela huérfana de su gran atracción mediática, sus colegas se suman a la reivindicación de la marca España. Duyos cerró la jornada con una colección que precisamente comparte denominación. “Tendemos a mirar mucho hacia fuera, por eso me apetecía hablar de España más allá de los tópicos”, asegura. El show comenzó con el negro como protagonista, guiño al símbolo de poder en la corte de Felipe II, para estallar en flores y volúmenes que beben de Zurbarán. Los volantes y flecos