Por amor a la patria
patriótico por el ideario nacionalista en el siglo XIX hizo que la patria, “confundida con la nación, perdiera la conexión con la libertad que había mantenido durante siglos”.
Hay un esfuerzo por recuperar el primitivo significado de lo patriótico en la defensa que hizo Habermas del patriotismo constitucional, cuyo enunciado generó no pocas discusiones entre nosotros durante los años de la transición política. Los comentaristas españoles, tan acostumbrados a mirarse a su ombligo a la hora de analizar conceptos y problemas que son universales, olvidaron las dificultades del pueblo para recuperar su orgullo e identificarse con un patriotismo alemán después de Auschwitz. Entre otras cosas porque los nacionalistas nazis, como los fascistas o franquistas, se apoderaron del patriotismo de todos, al igual que ahora pretenden los nacionalistas catalanes o vascos, o el nacionalismo español de la ultraderecha: supeditan la búsqueda de la libertad y la defensa de las instituciones democráticas y el Estado de derecho a la homogeneidad cultural, étnica o incluso religiosa. El patriotismo forma parte sin embargo del sentimiento democrático: supone una actitud solidaria con el resto de los ciudadanos en la defensa de la libertad y la paz. El nacionalismo se basa en la exclusión del otro. Pero el uso del lenguaje ha viciado el entendimiento de las gentes al respecto. Los generales franquistas se apoderaron del concepto de la patria para identificarlo con la esencia de la Guardia Civil, como si quienes no fueran nacionalistas, nacionalistas españoles en este caso, no pudieran ser patriotas. Y los sindicalistas de la Benemérita piensan que el patriotismo es algo ligado al franquismo y al fanatismo, cuando desde Cicerón nos habla de solidaridad y de libertad, de compromiso con la historia y de asunción de esta. De toda ella, con los triunfos y los fracasos, la brillantez de unos hechos y lo tenebroso de otros, porque todos forman parte al fin y al cabo de nuestro pasado, y nuestro presente es también fruto de todos ellos.
El libro de Viroli, dedicado a la memoria de Norberto Bobbio, de actualidad indudable en el actual debate político español, es un esfuerzo clarificador. Invita a la izquierda a asumir los valores patrios como prueba insustituible del amor por la libertad y denuncia los vicios y enfermedades de los nacionalismos (cualquiera que sea la nación que pretendan representar) como una seria amenaza para la convivencia y la búsqueda de la felicidad por parte de los ciudadanos. Maurizio Viroli
Deusto, 2019
239 páginas. 17,95 euros