El partido de Puigdemont ampara la desobediencia y la vía unilateral
La hoja de ruta de La Crida, el partido político promovido por el expresident Carles Puigdemont, enarbola la bandera del diálogo para lograr la independencia de Cataluña pero sin
La ponencia política aprobada en la asamblea de ayer establece que el objetivo último de La Crida es alcanzar la independencia de Cataluña, en cumplimiento del “el mandato del 1-O”, el referéndum de 2017 declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. Una vez se logre la secesión, dice el texto, el partido se disolverá. En ese camino hacia la república, el texto advierte de que pueden producirse “colisiones de obediencias” para los representantes políticos, es decir, que puede derivar en “situaciones consideradas por algún tribunal como desobediencia al Estado y por tanto perseguibles judicialmente”.
También se hace referencia al papel de los ciudadanos como impulsores renunciar a la desobediencia y a una ruptura unilateral. Así lo recoge la ponencia política que ayer se aprobó en el congreso fundacional, celebrado en Barcelona, y en el que 2.500 afiliados escogieron la dirección de la formación. El
de la desobediencia frente al Estado. “Hay que asumir desde la ciudadanía caminos de desobediencia pacífica y protesta cívica como posibles aceleradores de una solución democrática al conflicto y como generadores de nuevas oportunidades para ejercer la soberanía”, dice otro apartado.
Las referencias a la vía unilateral son más veladas: “Trabajaremos para que el acuerdo y el diálogo sean posibles pero si esta vía no se materializa en un periodo prudencial o en el transcurso del tiempo se da una oportunidad de ejercer la soberanía plena gracias al apoyo de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía, entonces la ejerceremos”. Con ello La Crida se desmarca de Esquerra Republicana día a día de La Crida recaerá en Antoni Morral, antiguo miembro de Iniciativa y hoy diputado de Junts per Catalunya, que aseguró que no presentarán listas a las municipales pero velarán para que el independentismo las gane.
que, con reticencias de las bases, ha ido orillando la vía independentista no pactada. “La solución para Cataluña no puede ser unilateral”, dijo el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en una reciente entrevista a este diario.
El marco de acción de La Crida, sin embargo, se ve limitado por su falta de estructura territorial. “Queremos tener acción política pero no queremos ser un partido”, aseguró en su discurso Morral. El secretario general, además, adelantó que el partido no se presentará ni a las elecciones europeas ni a las municipales pero sí “influirá” en lograr que haya candidaturas unitarias del independentismo. Inicialmente el expresident
intentó sumar a Esquerra y la CUP pero ambos partidos declinaron la invitación.
Por lo tanto, el marco de La Crida se limitará a que las listas del PDeCAT incluyan personas cercanas a Puigdemont. Parte de esta formación, sin embargo, está incómoda con el nuevo proyecto político porque lo considera una OPA hostil. Los neoconvergentes descontentos, en todo caso, han optado por un perfil bajo para no suscitar controversias ante la cercanía de las elecciones.
El expresident y su entorno acarician la idea de que en las municipales se repita, en clave catalana, lo que sucedió en 1931 en toda España, cuando unas elecciones locales acabaron con la monarquía.
Su objetivo es que el independentismo gane los municipios para crear lo que llaman un marco “republicano”. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, pidió a Esquerra que acepte conformar listas únicas, especialmente en Barcelona. “Por favor, Ernest Maragall [ERC], conseller Forn, Ferran Mascarell, Jordi Graupera [independiente], Neus Munté, sentaos, dialogad, pero hagamos una candidatura juntos”, pidió.
Morral será el secretario general de La Crida mientras que la presidencia ha recaído en el exlíder de la Assemblea Nacional Catalana y también diputado de Junts per Catalunya Jordi Sànchez, en prisión preventiva por un presunto delito de rebelión. El tándem recibió el 94% de los votos, si bien solo participó el 57% de los 4.000 inscritos. En la dirección del nuevo partido también estarán las consejeras de Presidencia, Elsa Artadi y de Cultura, Laura Borràs.
En la elección de los órganos de Gobierno no pudieron participar ni Puigdemont ni Sànchez ni los otros presos porque no se habían habilitado métodos telemáticos o delegaciones de votos. Justo el sistema que Junts per Catalunya pide en el Parlament para investir a Puigdemont.