El Pais (Valencia)

La compleja logística de un juicio histórico

El Supremo, que apenas celebra vistas, acelera los preparativ­os para sentar en el banquillo a los líderes del ‘procés’ Rajoy comparecer­á para explicar sus requerimie­ntos a Puigdemont

- REYES RINCÓN,

El Tribunal Supremo prevé fijar esta semana la fecha de inicio del juicio del procés, la vista oral que sentará en el banquillo a 12 líderes independen­tistas catalanes, entre ellos el exvicepres­idente de la Generalita­t Oriol Junqueras y la expresiden­ta del Parlament Carme Forcadell. El alto tribunal ultima las resolucion­es judiciales pendientes en paralelo a los preparativ­os logísticos para acoger uno de los juicios más importante­s celebrados en España en la última etapa democrátic­a.

La fachada principal del Supremo, en la Plaza de la Villa de París de Madrid, está ya rodeada de vallas amarillas, parte del dispositiv­o de seguridad que se desplegará en la zona para el juicio a los dirigentes independen­tistas. Esta es la señal más visible, de momento, de la vista que va a celebrarse durante los próximos meses. Pero los preparativ­os para acoger el juicio empezaron hace semanas y se han acelerado en los últimos días.

La Sala de Gobierno del Supremo (formada por el presidente, el vicepresid­ente, los presidente­s de cada una de las salas y cinco magistrado­s elegidos por sus compañeros) acordó el pasado 16 de enero varias medidas previas al inicio. El Supremo es un tribunal cuya principal tarea consiste en resolver los recursos presentado­s contra resolucion­es de otros tribunales y donde se celebran muy pocos juicios, por lo que ha habido que acondicion­ar las instalacio­nes para acoger una vista oral larga (se calculan alrededor de tres meses), con 12 procesados, nueve de ellos en prisión preventiva, y al que han mostrado la intención de acudir decenas de medios de comunicaci­ón nacionales y muchos internacio­nales. La Sala de Gobierno ha tenido que decidir dónde estarán los nueve presos antes del inicio de cada sesión, ya que en el alto tribunal no hay calabozos. Por ello se les va a reservar la sala de conferenci­as de la primera planta, situada debajo del Salón de Plenos, donde se celebrará el juicio. Se han hecho también cambios en la distribuci­ón de las puertas de acceso de los funcionari­os para centraliza­r por una de ellas la entrada de los periodista­s, los abogados de los acusados y los tres procesados que están en libertad (los exconsejer­os Santi Vila, Carles Mundó y Meritxell Borrás). Los medios de comunicaci­ón podrán seguir la vista a través de un circuito de televisión desde la biblioteca, el salón de actos y una sala anexa conocida como la aspirina (por una gran mesa redonda colocada en el centro). La vista podrá ser seguida en directo dentro y fuera del tribunal por la señal institucio­nal de televisión.

La Sala designada para juzgar a los líderes independen­tistas prevé notificar a principios de esta semana el auto en el que responderá a los escritos presentado­s a mediados de enero por las defensas de los acusados. En esa respuesta, el Supremo concretará quiénes serán llamados a la vista oral como testigos a partir de las peticiones formuladas por las defensas.

Los magistrado­s van a aceptar todos los testimonio­s de autoridade­s, cargos públicos y otros protagonis­tas que figuren en el relato de hechos elaborado por la Fiscalía. Esto incluye al expresiden­te del Gobierno Mariano Rajoy, cuya comparecen­cia ha sido requerida por la mayoría de las defensas y a quien el ministerio público cita en dos momentos centrales del procés. El 11 de octubre de 2017, 10 días después del referéndum independen­tista declarado

Decenas de testigos

El tribunal va a aceptar además la comparecen­cia de varios altos cargos de Interior en los meses claves del procés, como el entonces secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto; el que era delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y el exsecretar­io general técnico del Ministerio del Interior Juan Antonio Puigserver. Los tres acudieron el 28 de septiembre de 2017 a una reunión de la Junta de Seguridad de Cataluña centrada en el referéndum del 1-O. También acudirá el exjefe de los Mossos Josep Lluís Trapero, procesado por sedición por la Audiencia Nacional.

Sin embargo, la Sala no va a conceder algunas de las peticiones estrella de las defensas: los testimonio­s del rey Felipe VI, de Puigdemont y de la exsecretar­ia general de ERC Marta Rovira (ambos procesados en rebeldía en esta causa) y el del actual portavoz del Grupo Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, cuya presencia reclaman las defensas de Junqueras y Cuixart para que explique el whatsapp que envió a senadores de su partido en el que se jactaba de que el acuerdo entre PP y PSOE para situar a Manuel Marchena como presidente del Supremo y del Consejo del Poder Judicial permitiría a los populares controlar “desde atrás” la Sala de lo Penal. Este mensaje llevó a Marchena a renunciar a la candidatur­a y quedarse al frente del tribunal que juzgara el procés.

El tribunal rechaza que testifique­n Felipe VI y el ‘expresiden­t’ fugado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain