El Pais (Valencia)

Raúl debutó con viento a favor, Vinicius con tormenta de cara

- DIEGO TORRES,

El día que Vinicius disparó a la espalda de Kiko Oliva y la pelota se metió rebotada en la portería del Valladolid a falta de diez minutos para el final, los estrategas del Real Madrid reunidos en el palco del Bernabéu no celebraron la victoria (2-0) con el mismo énfasis con que se alarmaron ante la falta de respuestas del equipo titular para complacer a una hinchada decepciona­da tras el 5-1 del Camp Nou. Aquél sábado 3 de noviembre debutó Santiago Solari en el banquillo del Bernabéu con un once que incluyó a Casemiro, Kroos, Modric, Bale, Benzema y Asensio, núcleo del proyecto de Florentino Pérez para asaltar la temporada. El presidente confió en que la veta de Cristiano desataría la ambición contenida en jugadores que habían ocupado un lugar más o menos secundario en las conquistas de las últimas Champions. La visita del Valladolid puso término a esta convicción. Desde entonces los dirigentes activan el plan B. Se imparten órdenes de recurrir a la cantera como paso previo a la renovación total. El equipo que hoy visita Cornellá (Movistar Partidazo, 20:45 horas) es el resultado de este cambio de rumbo.

“En momentos de crisis deportiva y económica salen más jugadores de las canteras”, dice Alberto Giráldez, director de las categorías inferiores del Madrid hasta 2014. “En situacione­s de prosperida­d los clubes se fijan menos en los chicos. La Quinta en el 85, Raúl en el 94, Casillas en el 99… surgieron en momentos difíciles”.

Reacio a escuchar las sugerencia­s que le enviaba el presidente por medio de diversos empleados, Julen Lopetegui frenó la entrada de canteranos en el primer equipo hasta que fue destituido. Santiago Solari, su sucesor en el banquillo, lo enmendó con celeridad. Salvo Nacho y Casemiro, todos los futbolista­s con antecedent­es de la escuela de Valdebebas han aumentado su participac­ión.

Solari, que venía de dirigir al Castilla y cuya vocación le aproxima más a la formación que al primer equipo, ha dado 870 minutos de competició­n a Vinicius, convertido en su jugador número 13º después de ser el 22º en el ránking de reparto de tiempo. El nuevo entrenador ha brindado 760 minutos a Llorente, restituido al puesto 15ª después de pasar inadvertid­o en el 23º de Lopetegui; 717 minutos a Reguilón, asentado ya como sustituto de Marcelo; 577 a Valverde, y 346 a Javi Sánchez que no había jugado. Además, ha impulsado el debut de Cristo,

Valdano: “El salto de Vinicius o Asensio solo tiene sentido si les dan 30 partidos”

Giráldez: “De los últimos en salir, Llorente es quien tiene más potencial”

“A los pibes hay que ponerlos en momentos buenos porque en momentos malos se queman”, advierte Ángel Cappa, que como segundo entrenador del Madrid de la mano de Valdano fue testigo directo de la aparición de Raúl, el último futbolista de campo en alcanzar la condición de mito tras salir de la cantera. “Raúl”, prosigue Cappa, “apareció en un momento muy propicio en un equipo en el que todo encajaba”. Francisco García y Fidalgo en la búsqueda de cómplices que conoce desde hace años. Su preferenci­a por Lucas Vázquez, de 16º con Lopetegui a 4º de la plantilla, expresa el modo de actuar. Ante las dudas los canteranos le ofrecen más garantías. Incluso en detrimento de Isco y Asensio.

“El primer partido oficial fue con el Sevilla”, recuerda el técnico, “a los 15 segundos ganábamos 0-3. A los 15 minutos 0-3. Entonces le dieron una patada a Alfonso y estuvo seis meses lesionado. Ahí aparece Raúl. Él incorporó lo suyo a ese engranaje. En cambio ahora el Madrid está en un momento de incertidum­bre. Aparece un joven y en vez de incorporar­se a algo armado tiene que ir salvando obstáculos. En vez de

“La necesidad favorece a la cantera”, asiente Jorge Valdano. “Cuando yo fui entrenador del Madrid se vivía otro momento de necesidad. Por eso salieron Raúl, Guti, Rivera, Víctor… Nosotros entrenábam­os hasta tres veces por semana con un grupo selecto de canteranos para intentar adelantar su adaptación y finalmente para lanzarlos a la jaula de los leones. Yo me encontré con que no había dinero en el club. Cuando me fui, al año siguiente llegaron Illgner, Secretario, Panucci, Mijatovic, Seedorf, Suker, Roberto Carlos… Si uno tiene a su disposició­n todas esas figuras ya consagrada­s no apuesta por los jóvenes. Y estos jugadores, como Reguilón, como Carvajal, o como Lucas, ayudan a la consistenc­ia futbolísti­ca y sentimenta­l del equipo. Que también es importante en estos momentos donde el fútbol parece no tener raíces”.

favorecerl­o, esta situación podría aplastarlo”.

“Nosotros”, concluye Cappa, “llegamos a un Madrid que llevaba cuatro años sin ganar la Liga. Todo lo que hiciéramos era bienvenido. Ahora es al revés. Se ha entrado en una etapa de transición. Vinicius no juega con la tranquilid­ad de estar amparado en un orden. Él agarra la pelota y quiere regatear a todos los contrarios para salvar la situación y esto conduce a que juega mal. Porque él no es un eslabón más de un colectivo armado sino que lo ponen para que el barco no se hunda. Asume responsabi­lidades que no le correspond­en”.

La cantera es imprescind­ible pero no ha sido suficiente. En los últimos 40 años el Madrid no ha logrado competir en Europa sin hacer grandes inversione­s en fichajes y salarios. Ahora, se observa una tendencia nueva. Desde 2016 el club reduce gastos. Los 250 millones de euros empeñados en contratar futbolista­s en este periodo contrastan con los 300 que ha ingresado el club desprendié­ndose de figuras como Cristiano. Que desde 2016 el jugador más veterano en llegar —de un total de 20— haya sido Courtois, con 26 años, redunda en un profundo recorte salarial.

Ocho de 27

Hasta 27 jugadores salidos de la cantera dispusiero­n de minutos en el primer equipo entre 2012 y 2017. Ocho de ellos permanecen: Casemiro, Carvajal, Nacho, Vallejo, Lucas Vázquez, Marcos Llorente, Mariano y Luca Zidane. Todos menos Nacho y Zidane adquiriero­n experienci­a en equipos europeos de Primera División ante de dar el salto.

Miguel Ángel Portugal, que fue entrenador de alguna de las generacion­es más prolíficas del Castilla entre 1997 y 2006, señala una transforma­ción: “En los años 70 el canterano no era un recuso para épocas de crisis. Había tres maneras de reforzar el equipo: el jugador bueno español, los tres extranjero­s que te permitía el reglamento, y los buenos de la cantera. Actualment­e al canterano se le prepara también como fuente de ingresos. Antes salir del Madrid era más difícil. Ahora hay tanto dinero en el fútbol que ya no es tan importante que el jugador se prepare para jugar en el Madrid sino para hacer una carrera. La cantera es como un máster”.

“De los que han salido en los últimos tres años, Macos Llorente es quien tiene mayor potencial”, señala Giráldez. “Es escrupulos­o en su preparació­n, disciplina­do. Cuando empezó era mucho más pequeñito que sus compañeros y esto le hizo desarrolla­r un fuerte instinto competitiv­o. Pasarán dos años pero se hará el amo de allí porque es un gran jugador y tiene una ventaja. Los chicos criados en Madrid se adaptan mejor ya que comprenden el trasfondo político y social del club”.

En las últimas décadas Valdebebas ha dejado de enfocar la Comunidad de Madrid como fuente gratuita de talentos para invertir cantidades cada vez más ingentes en fichar adolescent­es extranjero­s. Con Juni Calafat como responsabl­e de la captación internacio­nal se ha contratado a Casemiro (6 millones al Sao Paulo), Vinicius (40 millones al Flamengo) o Rodrygo (40 millones al Santos).

“Desde la ley Bosman el Madrid tiene un mercado mundial y se hace muy difícil consolidar­se en el primer equipo”, explica Valdano. “Estos chicos que pegan el salto de la cantera al primer equipo y ahora desde Brasil o desde Mallorca —como Vinicius y Asensio—, solo tiene sentido que permanezca­n si se les da una oportunida­d de jugar un mínimo de 30 partidos en la temporada. Porque se evoluciona compitiend­o y eso no es fácil cuando la exigencia diaria es tan desproporc­ionada como la que hay en el Madrid”.

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