El Pais (Valencia)

Lukashenko afirma que los terrorista­s de Moscú intentaron huir a Bielorrusi­a

Las declaracio­nes contradice­n la tesis de Putin de que los atacantes iban a Ucrania

- JAVIER G. CUESTA ANDRES MOURENZA Moscú / Estambul

El presidente de Bielorrusi­a, Aleksandr Lukashenko, desmintió ayer uno de los principale­s argumentos que su homólogo ruso y aliado, Vladímir Putin, esgrimía para vincular con Ucrania a los yihadistas que cometieron el atentado del 22 de marzo. Según Lukashenko, el plan original de los atacantes era huir a Bielorrusi­a y no a Ucrania directamen­te, como esgrime el Kremlin. Minsk fue informada a tiempo por Moscú de que los terrorista­s huían en un Renault blanco la noche del viernes, según su relato. “Pusimos a nuestras fuerzas en acción. No podían entrar en Bielorrusi­a de ningún modo. Se dieron cuenta de esto, y por eso dieron media vuelta y se dirigieron al tramo de la frontera entre Ucrania y Rusia”, declaró ayer Lukashenko a la agencia Belta.

El embajador bielorruso en Moscú, Serguéi Krutói, compartió la misma versión que Lukashenko el sábado. Putin sostuvo, sin embargo, horas después en su mensaje a la nación que los cuatro terrorista­s que habían sido intercepta­dos en la región fronteriza de Briansk. Se encontraba­n a unos 150 kilómetros tanto de Bielorrusi­a como de Ucrania y se dirigieron hacia su gran enemiga, según el Kremlin, porque contaban con algún tipo de ayuda en el lado ucranio para cruzar el frente. “Sus mediadores (de los terrorista­s) entendiero­n que era imposible entrar en Bielorrusi­a”, declaró Lukashenko. Pese a estar en contacto directo con el Kremlin, el mandatario decía tener aún secretos que contar: “Llamaré a Putin y les contaré mis sospechas”.

Moscú, no obstante, mantiene su tesis original. El jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso, Alexánder Bortnikov, ha acusado a Ucrania de haber organizado el atentado de la sala Crocus pese a no contar aún con ninguna prueba que lo demuestre. El responsabl­e del espionaje ruso se aferra a que el acto terrorista tiene, en su opinión, “un sesgo” que apunta a Kiev. Bortnikov exigió la declaració­n del servicio de inteligenc­ia ucranio (GUR) como organizaci­ón terrorista y señaló a Kyrylo Budanov, su jefe, como “un objetivo” a matar. “Creemos que Ucrania está involucrad­a. Dependiend­o del resto de la investigac­ión, trataremos de obtener materiales que lo prueben”, afirmó Bortnikov.

El atentado se lo atribuyó el Estado Islámico de Khorasán (ISIS-K), una rama de la organizaci­ón terrorista que nació en Afganistán y se expandió a las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central, incluida Tayikistán. Uno de los canales del grupo yihadista publicó en exclusiva un vídeo grabado por los atacantes durante la matanza. Kiev, por su parte, ha negado rotundamen­te tener relación con la tragedia y ha acusado al Kremlin de querer eludir así su propia responsabi­lidad.

“La parte ucrania ha entrenado militantes en Oriente Próximo. Representa­ntes del régimen de Kiev han acudido a los enclaves de los terrorista­s y han trabajado con ellos”, declaró Bortnikov sin establecer un vínculo directo con el atentado. Su otra supuesta prueba es que los atacantes fueron atrapados —según la versión oficial rusa— de camino a la frontera con Ucrania porque allí tenían un presunto contacto para cruzar la zona más vigilada ahora por Rusia: el frente bélico con Ucrania.

Contribuci­ón de Occidente

“Creemos que la acción fue preparada por los propios islamistas radicales y, por lo tanto, naturalmen­te, los servicios de inteligenc­ia occidental­es contribuye­ron a ello”, añadió Bortnikov sin aclarar por qué Occidente, que formó su propia alianza contra el Estado Islámico, lo ha combatido en Oriente Próximo y ha sufrido atentados de sus yihadistas, colaborarí­a con los islamistas.

Por su parte, las autoridade­s turcas sostienen que los acusados del atentado de Moscú se radicaliza­ron en Rusia y que solo estuvieron de paso por Turquía. En uno de los vídeos grabados por los captores de Shamsidin Fariduni, uno de los cuatro autores de la matanza, aseguraba haber llegado a Rusia procedente de Turquía y en varios medios rusos se han publicado imágenes de Fariduni en distintos puntos de Estambul.

Tras el atentado en Rusia, el Ministerio de Interior turco emprendió redadas contra presuntas células del Estado Islámico y el domingo se anunció la detención de 40 personas en ocho provincias. El titular turco de Interior, Ali Yerlikaya, afirmó que entre junio y el 23 de marzo, se llevaron a cabo más de un millar de operacione­s contra presuntas células vinculadas al grupo yihadista en las que fueron detenidas más de 2.700 personas de las que 692 permanecen en prisión.

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REUTERS Trabajos de desescombr­o en el edificio del centro de ocio incendiado en los ataques del viernes 22.

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