“Si le vas a dar, avísame, que estoy grabando”
Los acusados de matar a dos guardias civiles en una narcolancha en Barbate (Cádiz) se contradicen en el juicio
El atestado de la Guardia Civil que sirvió de base a la jueza para ordenar el ingreso en prisión de los seis detenidos como presuntos tripulantes de la narcolancha que asesinó a dos agentes de la Guardia Civil en Barbate (Cádiz) el 9 de febrero detallaba una decena de indicios que supuestamente los incriminaba. En la vista celebrada en los juzgados de la localidad gaditana tres días después del suceso, y en la que se decidió el encarcelamiento de todos, la Fiscalía añadió uno más: una declaración que uno de los acusados había hecho horas antes ante la magistrada en la que el mismo había asegurado que le dijo al piloto: “Si le vas da dar, avísame, que estoy grabando”, para así agarrarse y no caer al mar. No obstante, en sus declaraciones, los seis tripulantes negaron ir a bordo de la narcolancha de 12 metros de eslora que provocó la tragedia, aunque sí admitieron que cuando ocurrieron los hechos estaban en el puerto en una de las otras cinco que aquella noche habían buscado refugio en el puerto.
Durante la vista, a cuya videograbación ha tenido acceso este diario, la fiscal destacó que todos los detenidos habían reconocido que estaban a bordo de una lancha con cuatro motores fueraborda y que aquella noche solo hubo una de estas características en el puerto, aunque ellos aseguraron en los interrogatorios que vieron una segunda en la que iban marroquíes.
La representante del ministerio público añadió que, según reflejaba el atestado de la Guardia Civil elaborado gracias a los vídeos grabados del suceso, la embarcación en la que iban los arrestados era, además, la única que tenía dos antenas (una que servía de radar y otra que daba cobertura a los teléfonos móviles de los tripulantes cuando estaban en alta mar), lo que coincidía con las características que, según las imágenes, tenía la lancha que causó la muerte de los dos agentes.
Una de esas antenas, incidió la fiscal durante la vista, estaba desprovista de la carcasa blanca que suele proteger estos dispositivos, lo que también coincidía con la que embistió a la zódiac de la Guardia Civil. Durante los interrogatorios, a los que también ha tenido acceso este diario, cuatro de los imputados confirmaron que su narcolancha tenía dos antenas y, de hecho, uno de ellos admitió que era la única que tenía esta característica de las seis que estaban aquella noche en el puerto de Barbate.
En su relato, la fiscal detalla que, tras el trágico suceso, se detectó a la narcolancha dirigirse a la localidad de Sotogrande, donde descendieron tres de los ahora encarcelados: Jairo José P. G., José Antonio G. C., El Chispas, y David G. N. Allí fueron detenidos cuando iban a ser recogidos por un coche a bordo del cual iba el padre y un familiar del primero, que también fueron arrestados. Mientras, y gracias a las cámaras del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) y de los equipos aéreos, la Guardia Civil pudo seguir a la narcolancha con los otros tres tripulantes durante horas hasta que finalmente se dirigió a la playa de La Hacienda, en La Línea de la Concepción, donde fue abandonada.
Poco después eran arrestados los tres últimos tripulantes, José Israel Á. B., Mustafá C. y Francisco Javier M. P., El Cabra, y Kiko el Loco. Este último admitió ser la persona que en todo momento fue a los mandos de la embarcación, lo que fue ratificado por el resto de detenidos.
El atestado policial destaca que el análisis de la narcolancha reveló la presencia en su casco de “daños compatibles con el impacto con otro objeto”. En concreto, detallaba que tenía daños tanto en la parte inferior del casco como en la línea de flotación que eran “compatibles” con la colisión con la zódiac”.