La UE aprueba aliviar las cargas burocráticas del campo
Los pequeños agricultores quedan eximidos de los controles ambientales
Con el ruido de fondo de una nueva protesta del campo ante las instituciones europeas en Bruselas, los ministros de Agricultura de la UE avalaron ayer las nuevas propuestas de la Comisión Europea para aliviar más aún la carga burocrática del sector y relajar las condiciones medioambientales para acceder a las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC), de cuyas sanciones y controles quedarán además eximidos los pequeños agricultores.
La decisión de respaldar las propuestas lanzadas el día 15 por la presidenta de la Comisión,
Ursula von der Leyen, fue tomada por el Comité Especial de Agricultura, el organismo que prepara las reuniones de los ministros del ramo y en el que están representados todos los Estados miembros. Según adelantó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en dicha reunión ya quedó claro que se alcanzaría la mayoría cualificada necesaria para que se den por buenas las propuestas, que ahora tendrá que revisar también el Parlamento Europeo, en un procedimiento de urgencia.
La UE espera que las nuevas normas puedan entrar en vigor “a finales de la primavera”, aunque podrán ser aplicadas con efecto retroactivo al 1 de enero de este año. Una muestra, ha subrayado el Consejo de la UE en un comunicado, del “compromiso de las tres instituciones —Consejo, Eurocámara y
Comisión— de responder rápidamente a la situación actual de los agricultores europeos”.
Las protestas que llevan meses agitando el campo han causado una grave preocupación en todas las capitales europeas y en la propia Bruselas, sobre todo por el miedo a que la cólera del campo sea capitalizada por la extrema derecha en las elecciones europeas de junio. La presión del sector ha obligado a la Comisión, a instancias de los Estados, a actuar rápido y presentar una serie de flexibilizaciones, sobre todo en materia medioambiental y de la PAC, muy cuestionadas por los defensores del medio ambiente debido a su aprobación sin haberse realizado antes estudios de impacto. También Alemania ha manifestado reparos.
Bruselas, no obstante, sostiene que son derogaciones “temporales” y “concretas” y que están “lo suficientemente calibradas, detalladas y limitadas en el tiempo para mantener un alto nivel de ambición medioambiental y climática en la PAC”.
“Se trata de dar una respuesta concreta a los agricultores”, resumió el ministro de Agricultura belga, David Clarinval, cuyo país ejerce este semestre la presidencia rotatoria de la UE y que también está preocupado por el impacto de las protestas del campo no solo en las elecciones europeas, sino también en las nacionales belgas que se celebrarán al mismo tiempo. Unos 300 tractores volvieron a bloquear algunas de las entradas al barrio de Bruselas donde tienen sede las principales instituciones de la UE. Aunque la policía volvió a usar camiones de agua y gases lacrimógenos, el nivel de la protesta fue mucho menor, tanto en asistencia como en impacto, que la última concentración en febrero, también durante otro Consejo de Ministros.