El Pais (Valencia)

Petro acelera el cambio para reanimar a su Gobierno

El presidente de Colombia responde al rechazo de su proyecto de reforma sanitaria en un discurso

- JUAN DIEGO QUESADA Bogotá

Era un día funesto para el presidente. La reforma sobre la que ha orbitado todo su Gobierno en el tiempo que lleva en el poder se acababa de estrellar en el Congreso. La oposición ha sometido a una muerte lenta a su idea de transforma­r el sistema de salud que él considera nefasto y en manos de empresas que piensan más en la cuenta de resultados que en los pacientes. Esta iniciativa suya, que algunos que le rodean consideran que se ha convertido en una obsesión, genera muchas resistenci­as en Colombia, así que era casi inevitable que toda esta pelea de meses y meses llegara a un callejón sin salida. Ese día aciago fue el miércoles, cuando fue derrotado y en cierta manera humillado. Pero su vida se ha ido cimentando golpe a golpe y de casi todos ellos se ha levantado, aunque fuese tambaleant­e. Había expectació­n sobre con qué cara iba a salir a la tarima en la Gran Asamblea Nacional Cafetera, que se celebraba en Bogotá el miércoles.

Apareció impertérri­to y comenzó una de sus largas disertacio­nes, esta vez sobre el café, que cruzó los dos siglos anteriores, la revolución industrial y la era moderna con la llegada de los yupis, un término que usa a menudo. Ahí no estaba el plomo candente, sino en lo que venía a continuaci­ón. Llevaba calada la gorra oficial de Presidenci­a, la que usan los funcionari­os de la casa militar cuando están en zonas rurales, lo que le daba una imagen de comandante en jefe. Y, después de rodeos discursivo­s marca de la casa, fue claro y directo: “Lo que podía ser una concertaci­ón tranquila, ordenada, sin problemas, ahora es de golpe”. Se acabó el tiempo de la transición suave, llega el vértigo por la vía de los hechos.

La era petrista vive uno de sus momentos más agitados. Los últimos 12 meses han sido de parálisis, algo que reconoce hasta el propio presidente y su mano derecha, Laura Sarabia. El despacho de él conecta con el de ella. En esos dos espacios contiguos se ha forjado esta ofensiva presidenci­al que pretende rescatar al Gobierno de la inacción. Petro siente que ha perdido un tiempo precioso, que no fue él cuando incluyó en su gabinete a ministros que venían del centro y del establishm­ent político y que le hicieron creer que convocar a todo tipo de sensibilid­ades a su alrededor facilitarí­a su mandato. Era una trampa, piensa ahora, era una forma de controlarl­e y ralentizar los cambios.

“Miren en qué va el Acuerdo Nacional, se volvió carreta”, dijo ante los cafeteros cuando entró en calor, cuando se había llevado el tercer aplauso y se había agrandado en el atril. Si las reformas no salen por falta de quórum en el Congreso, por la oposición de partidos que al principio le dieron su apoyo y que ahora se lo han retirado por considerar que el presidente se ha ido esquinando, los cambios llegarán por otra vía. Y serán más turbulento­s.

Los primeros en enterarse están siendo los gestores de las EPS, las promotoras de salud público-privadas que median en el sistema sanitario desde los años noventa, cuando se creó este esquema. Petro ordenó en 24 horas la intervenci­ón de las dos más grandes del país —suman casi 18 millones de afiliados—, poco antes del hundimient­o de la reforma en el Congreso. La Superinten­dencia de Salud, el organismo público que está ejecutando la operación, se basa en la falta de fondos que tienen estas compañías que deben ejercer de asegurador­as, un requisito indispensa­ble para su funcionami­ento.

La reforma incluía un acompañami­ento de las EPS, una nueva forma de gestión a la que debían ajustarse. Ahora, sostiene Petro, ese papel se va a limitar todavía más. La intervenci­ón, en teoría, no tiene como fin extinguirl­as, sino administra­rlas por un año, cambiar al gerente, a la junta directiva y nombrar un intervento­r. En definitiva, pasan a estar en manos de un Gobierno que les quiere poner una fecha de defunción.

“Lo que pudo ser una concertaci­ón tranquila ahora es de golpe”, afirma

El mandatario intervino en 24 horas dos promotoras privadas

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Petro, el miércoles en Bogotá en la lectura de su discurso, en una imagen de la Presidenci­a colombiana.

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