Italia destapa un fraude masivo con los fondos de recuperación
La policía italiana anunció ayer una operación contra el fraude relacionada con el cobro de fondos europeos y con los esquemas de reparto en el país, aunque el grupo operaba en varios territorios comunitarios. La intervención se saldó con el arresto de 22 personas y la incautación de bienes por valor de más de 600 millones de euros. En concreto, la red se habría aprovechado de los fondos de recuperación y los programas para la mejora de las casas que puso en marcha Italia con esa financiación. La policía apunta a pequeños grupos relacionados con el crimen organizado, pero no a mafias nacionales.
En la operación, según el relato de la policía, se han incautado pisos y mansiones, oro y criptomonedas, así como relojes, joyas y coches de marcas de lujo como Lamborghini. Estos se habrían adquirido obteniendo créditos fiscales ilegales para la rehabilitación de hogares. De los 22 detenidos, 17 estaban en Italia, 2 personas en Austria y 3 en Eslovaquia. Además, se busca en Rumania a otros presuntamente involucrados.
Italia siempre ha tenido problemas en la gestión de los fondos procedentes de Bruselas. Durante años, muchas administraciones han tenido que renunciar a grandes sumas por el temor —y la aceptación implícita— de que caerían en manos del crimen organizado. La macroperación anunciada ayer alimenta ahora los temores de que la llegada masiva de dinero y los programas de ayuda del Gobierno carecen de control para prevenir el fraude. Italia fue el país más beneficiado, ligeramente por delante de España, en el reparto de fondos de recuperación. Ha recibido ya, entre ayudas directas y créditos ventajosos, unos 102.000 millones. Y hasta 2026 espera unos 90.000 millones más.
La policía fiscal señaló que los sospechosos, a los que no ha identificado, idearon “sofisticados sistemas de fraude” para presentar proyectos ficticios y obtener con ello las ayudas. Para ello se servían de compañías pantalla que, una vez obtenían el crédito fiscal, iniciaban un proceso de lavado de dinero en el que se valían de servidores en la nube ubicados en paraísos fiscales y de criptoactivos.