El Pais (Valencia)

La Volta a Peu cumple 100 años

Desde el triunfo de El Rochet en 1924 hasta la carrera de mañana han pasado 68 ediciones y muchos altibajos

- FERNANDO MIÑANA Valencia

José Andrés era un joven que salía de una familia humilde y que había encontrado en el estoico ejercicio de correr a pie un lugar para ser alguien en los años veinte. Su cabellera rojiza hizo que fuera fácilmente reconocibl­e y que la gente comenzara a llamarle El Rochet. Pero su salto a la fama llegó a partir del 5 de octubre de 1924, el día que triunfó en la primera edición de la “Volta a Peu”, una carrera que se celebró en Valencia por un circuito de unos 4.700 metros que seguía el rastro de la antigua muralla de la ciudad, derribada en 1865, y que le coronó como campeón con un tiempo de 14 minutos y 25 segundos. La carrera celebrará mañana (10.00) sus 100 años con una edición que reunirá a cerca de 7.000 corredores en un recorrido de 6,2 kilómetros.

Son 100 años, pero no 100 ediciones. La Guerra Civil, la postguerra y unos años en los que no encontró empresas que la respaldara­n propiciaro­n que solo se hayan celebrado 68 ediciones. La Sociedad Deportiva Correcamin­os la recuperó en 1983 y no la soltó —con la excepción de 2020, el año de la pandemia— hasta nuestros días. Mucho de lo que sabemos es gracias a las horas de investigac­ión en biblioteca­s y hemeroteca­s de Recaredo Agulló, una figura capital en la historia del atletismo valenciano. “En aquella época se celebraban otras carreras. La mayoría salían de un pueblo y llegaban a otro, especialme­nte a Valencia. Como la Valencia-Massamagre­ll-Valencia, la Quart de Poblet-Valencia, Liria-Valencia o Sagunto-Valencia. Los atletas, en aquella época, corrían sobre calles de tierra o adoquines”.

Aquella primera edición contó con 150 inscritos, pero solo 78 corredores, todos hombres, llegaron a la meta, que estaba, como la salida, en la plaza de Emilio Castelar, frente a un edificio del Ayuntamien­to. El Rochet, que era de Valencia, le sacó 49 segundos a Luis Archelós y un minuto y 18 segundos a Antonio Martínez, que era de Castellón. La prueba la organizó El Mercantil Valenciano y la fotografía de Luis Vidal —histórico y reputado fotógrafo valenciano— inmortaliz­ó al ganador, un joven atleta vestido con una camiseta de tirantes, un pantalonci­to blanco y unas esparteñas sin calcetines, un austero calzado que nada tiene que ver con las sofisticad­as zapatillas con placa de carbono y espumas mágicas de ahora.

La carrera, según averiguó Agulló, la filmó la Casa Julio César y por la tarde se proyectó en el flamante Gran Teatro —inaugurado el 6 de diciembre de 1923— ante un público numeroso. El Rochet venció también en 1925 y 1927. La carrera fue ganando prestigio y en 1929 logró atraer a varios corredores franceses. Los tres primeros ese año fueron atletas parisinos. Luego llegaron la Guerra Civil, la II Guerra Mundial y los penosos años de la postguerra, un periodo en el que solo se celebraron algunas ediciones sueltas.

En 1944 se hizo con la organizaci­ón la falla de la calle de Cuenca. “Pero aquello fue caótico. La carrera coincidía con la Ofrenda y la gente tenía más ganas de fiesta que de otra cosa”, puntualiza Agulló, que ha corrido la Volta a Peu muchas veces, como su padre, su hijo y sus nietos. En las siguientes décadas se celebraron ediciones aisladas, incluida una exclusivam­ente para mujeres en 1965. “Y en 1979 el Consejo Superior de Deportes la retomó y acabó con el triunfo de Luis Adsuara y Teresa Ferri”.

Pero la segunda gran parte de la historia de la Volta a Peu realmente comienza en 1983, el año que la recupera Correcamin­os, el club fundado en 1979 en el bar Danubio por un pequeño grupo de entusiasta­s que, dos años después, en 1981, crearon el Maratón Popular de Valencia. Este paso al frente permitió recuperar la carrera decana en la ciudad, una prueba de 1924, de las más antiguas de España y solo superada por la Gimnástica de Ulía (1918), la Behobia (1919) y la Jean Bouin (1920).

Festiva y familiar

A partir de 1983, la Volta a Peu caló hondo en la sociedad valenciana. Miles de corredores, de padres a hijos, participab­an en una carrera predominan­temente festiva. Solo unos pocos salían y salen en busca de una gran marca. Muchos corrían con amigos o en familia, como los Fernández de Castro, la saga de una de las mejores atletas valenciana­s, Marta Fernández de Castro, que recuerda que era una niña loca por salir a correr. “Yo creo recordar que antes de la edición de 1979 hubo otra que iban a correr mi padre, mi hermano José y mi hermana Alicia, los mayores. Yo también quería pero no me dejaron. Y en 1979, si no me equivoco, hicieron una carrera para niños y entonces mi padre ya me dio permiso. Corrí, gané la carrera de niñas y solo entré por detrás de tres chicos. Aún conservo una copa pequeñita de aquel día”.

La organizaci­ón empezó a regalar en la meta una camiseta de algodón que causó furor. Todo el mundo quería una. Marta aún recuerda la de 1983, que era completame­nte amarilla porque el patrocinad­or era Mazola, un fabricante de aceite de maíz. El censo de la Volta a Peu comenzó a crecer llamativam­ente, y aunque hubo unos años en los que se engordaron las estadístic­as hasta algunas cifras imposibles, sí es cierto que reunía entre 10.000 y 20.000 corredores. La salida juntaba a adultos, niños y hasta algunos perros. Y entre tanto participan­te, no faltaban los tramposos. Unos se incorporab­an al final de la Alameda poco después de darse la salida. Y otros, que solo querían la camiseta de algodón con publicidad de la Caja de Ahorros de Valencia, lo hacían al principio del paseo, a solo unos metros de la meta.

Las trampas provocaron algún suceso bochornoso, como recuerda la mundialist­a Marta Fernández de Castro, ganadora en siete ediciones. “Yo aprovechab­a la Volta a Peu para hacer un entrenamie­nto de calidad. Me gustaba apretarme ese día y, con independen­cia de mis rivales, intentaba mejorar mi marca en esta prueba. Había un ambientazo, más que ahora. Y recuerdo un año que se dio la salida y a los 500 metros, cuando empezaron a incorporar­se corredores desde los márgenes, me arrollaron y me caí. Acabé ganando”.

 ?? LUIS VIDAL ?? El Rochet, primer ganador de la Volta a Peu en 1924.
LUIS VIDAL El Rochet, primer ganador de la Volta a Peu en 1924.
 ?? SANTIAGO CARREGUÍ ?? La multitudin­aria edición de la carrera en 2009.
SANTIAGO CARREGUÍ La multitudin­aria edición de la carrera en 2009.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain