Una UE descolocada se limita de momento a pedir elecciones
Bruselas intenta fraguar una estrategia conjunta ante Caracas
La UE sigue sin dar con la respuesta definitiva a la crisis política de Venezuela y sin aclarar el posible reconocimiento de Juan Guaidó, que se proclamó presidente del país. La UE da prácticamente por finiquitado el régimen de Nicolás Maduro, cuya elección en mayo de 2018 se negó a reconocer. Pero se resiste a aceptar la validez del procedimiento seguido por Guaidó para asumir la presidencia del país y prefiere que el relevo en Caracas pase por unas elecciones a corto plazo.
Sin embargo, ese mínimo común denominador, reflejado el miércoles por la noche en un comunicado de Federica Mogherini, alta representante de Política Exterior de la UE, no contenta a casi nadie y parece cada vez más difícil de mantener. La posición europea de rechazo a Maduro y reconocimiento de la Asamblea Nacional como institución democrática se ha quedado desfasada tras los acontecimientos del 23 de enero y la irrupción de Guaidó con el respaldo de actores internacionales tan importantes como EE UU. Bruselas no sabe aún como adaptarse al nuevo escenario.
El Departamento de Exteriores de la Comisión Europea aseguró ayer que Mogherini continúa en contacto con los ministros de Exteriores de la UE para intentar fraguar una posición unánime, que evite divergencias en la relación de los socios europeos con