Euskadi acepta incluir a policías y otras víctimas en la asignatura de ETA
El Gobierno vasco va a modificar, pero no a retirar, los contenidos de Herenegun (Anteayer), la historia de Euskadi y de ETA de 1960 a 2018, para los alumnos de cuarto de ESO y segundo de Bachillerato. El material didáctico ha sido rechazado por todos los partidos, salvo el PNV, y muchas víctimas, porque “no contribuye a deslegitimar a ETA”. Necesitado de apoyos, el secretario de Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, aseguró ayer no tener problemas en incluir testimonios críticos de policías y víctimas del terrorismo. a las de las víctimas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otras que se puedan plantear. “Nuestro objetivo siempre ha sido”, aseguró, “deslegitimar el terrorismo”.
En el material didáctico que elaboraron el propio Fernández, el historiador Juan Pablo Fusi, la exconsejera del Gobierno vasco Mari Carmen Garmendia y el periodista Mariano Ferrer no había testimonios de las víctimas más críticas con los criterios de la Secretaría. Y tampoco de las familias de los centenares de policías y militares que fueron asesinados durante más de cuatro décadas de terrorismo etarra.
Un total de 501 de las 854 víctimas de ETA eran policías y militares. En los vídeos y textos escolares sí hay ocho relatos de otras víctimas de ETA, aunque más próximas a las tesis del Gobierno vasco.
“El material es mejorable y vamos a intentar mejorarlo para que sea más compartido”, anunció ayer Jonan Fernández, unas horas después de abrir el “diálogo” con quienes han presentado enmiendas.
Pero también advirtió de que no se va a permitir “que el debate político anule el educativo”.
De las 31 alegaciones, siete piden la retirada del material; otras siete sugieren una reforma profunda del mismo y 17 lo consideran válido o adecuado, aunque proponen diversas modificaciones parciales.
Propuesta de diálogo
El contenido de dichas alegaciones se difundirá hoy, en la reunión de Fernández con el Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo, un órgano crítico con la lehendakaritza. El documento que las recoge se denomina “Propuesta para el diálogo en relación con las aportaciones recibidas”.
Una vez reformado el material didáctico, los centros tendrán a su disposición unos contenidos que se apoyan en la versión reducida de la serie de cinco documentales que se estrenó en la televisión pública vasca, EiTB, en 2016, Las huellas perdidas. “El pasado nos duele y nos divide intensamente todavía. Lo sabíamos y hemos vuelto a comprobarlo”, dijo ayer Fernández, tras asegurar que el objetivo de su departamento es “buscar una síntesis” positiva para la memoria compartida. “Hemos repetido muchas veces que trabajar sobre el pasado en situaciones como la nuestra es una de las tareas más delicadas”, afirmó en un intento por superar la ola de desconfianza que ha generado.
Según dijo, el objetivo del material es concienciar a los más jóvenes de que cualquier violación del derecho a la vida y de los derechos humanos o cualquier ataque al pluralismo es lo más grave que se puede cometer en materia de convivencia, “lo haga quien lo haga”.
Fernández explicó que se han impuesto dos límites éticos: “No se puede aceptar ninguna forma de legitimación del terrorismo y la violencia, y no se puede omitir ni ocultar ningún hecho que haya supuesto un ataque grave a los derechos humanos o a la vida”. También propuso transformar las críticas destructivas y las enmiendas a la totalidad en una “una oportunidad creativa y constructiva”
Con esta perspectiva, las asociaciones de víctimas denunciaron que en los vídeos del programa Herenegun participan igual número de ex etarras que víctimas del terrorismo; faltan testimonios de miembros de las fuerzas de seguridad, las más atacadas por ETA, de empresarios chantajeados y resistentes civiles. También resaltaron que al aparecer mezclado el terrorismo etarra con la represión franquista, la guerra sucia y las torturas podía interpretarse como una justificación de ETA.
El Gobierno vasco se comprometió ayer a incorporar una mayor presencia de víctimas y a reforzar la deslegitimación de ETA en Herenegun dentro del proceso de diálogo que hoy inicia con el sector más crítico al proyecto: el Consejo de Víctimas. Herenegun es una iniciativa necesaria, pero revisable para que sirva como inicio desde las aulas de una memoria crítica del pasado terrorista en Euskadi.