Respeto por Stallone
Dirección: Steven Caple, Jr. Intérpretes: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thomson. Género: drama. EE UU, 2018. Duración: 130 minutos.
Entre los muchos y grandes conceptos que maneja Creed II: la leyenda de Rocky, segunda entrega del renacimiento de la mítica saga, a partir del descendiente de uno de sus ilustres personajes secundarios, el del respeto quizá sea el que más se repite en los diálogos. Respeto por uno mismo, y por lo que nos legaron los demás. Una consideración interna, de los personajes y del relato en sí, que a estas alturas es obligado trasladar al exterior, al ciclo dramático deportivo y a la figura de Sylvester Stallone, protagonista, guionista, director puntual e ideólogo de Rocky. Una cima del cine popular desde 1976 y hasta 2018.
Una fusión entre lo interno y lo externo, entre la ficción y su reflejo popular, que queda englobada en un imposible instante metalingüístico: esa bonita secuencia del primer tercio de esta Creed II, con las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia y los turistas, casi de soslayo, sin subrayados innecesarios, haciendo el paripé de la subida y el gesto de triunfo para hacerse una foto, brazos alzados, con los personajes reales (pero de ficción), en primer término. El resto es bien básico, pero en el mejor sentido de la palabra, el que enlaza con lo sencillo y no con lo simple. Nobleza, dignidad, redención, venganza, miedo, culpa, complejo por la ausencia de una madre o un padre.
Creed II, tan notable como su antecesora, de 2015, y como Rocky Balboa (2006), aúna lo espectacular y lo íntimo. Stallone y Rocky, un respeto.