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Antes de lanzarse
Como en cualquier actividad física, lo ideal es estar en forma; el esquí consume muchas calorías si se practica con intensidad. Gafas de sol de alta protección, guantes para evitar el frío, crema solar y una ropa adecuada son indispensables. Y el casco es fundamental, sobre todo para niños. Algunos estudios revelan que las personas que lo usan sufren menos lesiones porque valoran la seguridad. Conviene revisar nuestros esquís al menos una vez al año, especialmente las fijaciones, para que liberen los pies en caso de caída (deben regularse entre 10 y 15 kilos por debajo del peso del esquiador).