Nuevo pulso por recibir ayuda humanitaria
“Ejercemos funciones en una dictadura; debemos avanzar para consolidarnos”
teligencia Militar] para generar miedo y persecución. Se habla de que los autores de estas torturas son de la inteligencia cubana. Vemos cómo secuestran a niños en Venezuela, vemos cómo asesina el FAES. Es un tema de control social, de generación de miedo y terror. La única relación, por cierto, que ha tenido el venezolano con el Estado es de terror y subsidios. El subsidio, cada vez menos, y el terror o el miedo se pierde todos los días. Si nos preguntáramos cuáles son los elementos para una transición, parecería que tenemos todas las variables. Hay que unificarlas.
P. El apoyo de las fuerzas armadas es, por lo menos, desigual. ¿Qué percepción tiene que le hace confiar?
R. Estoy seguro de que en algún momento, como sucedió en Cotiza [un sector popular de Caracas donde la semana pasada se sublevaron 27 militares antes de ser detenidos], la expresión de descontento de las fuerzas armadas será total y su ocasión debe ser ponerse del lado de la Constitución. No solamente porque estamos ofreciendo amnistía y garantías. No, ellos tienen un rol también en la reconstrucción del país.
P. ¿Descarta una intervención internacional?
R. Se ha vendido como un tema de Estados Unidos. Es verdad que nosotros, por ejemplo, hemos solicitado la protección de los activos, hemos solicitado apoyo humanitario. Cuando este jueves [por ayer] el Parlamento Europeo se pronuncie, vamos a solicitar formalmente a Europa no solamente la protección de los activos de Venezuela, sino también el apoyo para ayuda humanitaria, solicitar técnicos para la emergencia económica y recursos para proyectos. Estamos ejerciendo funciones en una situación absolutamente atípica, en una dictadura. ¿Podemos decir que empezó la transición? Estamos en una zona desconocida, pero debemos avanzar para consolidarnos.
P. ¿Cuáles serán sus próximos pasos? ¿Y en cuánto tiempo planearía convocar elecciones tras una renuncia de Maduro?
R. Lo primero es que tenemos un plan país, no solamente de reconstrucción y atención de la emergencia, sino también de futuro y de largo aliento, donde no solamente rescatemos a la industria petrolera, estabilicemos la economía, generemos puestos de empleo, riqueza y prosperidad. Para que este sea un país constructor de sueños cumplidos. Con respecto a los tiempos, lo he dicho desde el principio. Esta es la construcción de las capacidades. Las transiciones no se decretan, se construyen con la fuerza política necesaria para derrotar la dictadura y transitar a la democracia. Ha habido muchos ejemplos en el mundo: Polonia, Venezuela en 1958, Chile y muchos otros sitios. Tenemos las variables necesarias y podemos ejercerlas para lograrla en un corto tiempo. Si mañana, por ejemplo, cesa la usurpación e iniciamos el proceso de transición, en seis, nueve meses, máximo 12, pudiéramos tener una elección libre. La llegada de ayuda humanitaria a Venezuela es la prioridad marcada por Juan Guaidó, presidente interino del país, para comenzar el rescate de la población. En la última semana la Asamblea Nacional ha logrado lo que nunca había intentado el aparato chavista. Es decir, el compromiso de la comunidad internacional para el envío de alimentos y medicamentos, principalmente. Esta medida, además de necesaria y urgente, obligará al líder chavista Nicolás Maduro a retratarse, al igual que a los miembros de las fuerzas armadas.
Las Naciones Unidas están preparadas para aumentar la
P. ¿Por qué cree que no está preso Juan Guaidó? Usted se ha convertido en alguien que personifica el poschavismo.
R. Me lo he preguntado yo mismo, sobre todo porque tengo amigos presos, amigos asilados, amigos muertos. He estado secuestrado en dos ocasiones y creo que hay un momento de desenlace, de acumulación de fuerzas de la sociedad. No es Juan Guaidó. Es la personificación de un momento, el respaldo popular, las ganas de cambio de Venezuela, de un país que quiere creer, los respaldos internacionales, de la coalición opositora que se ha ido solidificando y avanzando. Y hay un conflicto interno, hemos visto estos años el desprendimiento del chavismo. Luisa Ortega Díaz [fiscal general en el exilio que rompió con Maduro tras la convocatoria de unas elecciones constituyentes en 2017], Miguel Rodríguez Torres [general retirado, exministro de Maduro y exdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia], la disidencia interna. Es un momento ayuda destinada a paliar la grave crisis venezolana, pero para ello necesitan primero el consentimiento de las que, al menos de facto, siguen siendo las autoridades. Así se lo trasladó la ONU al propio presidente del Parlamento.
El político escribió el sábado al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para solicitarle la puesta en marcha de la activación de “mecanismos de apoyo temprano”. “La situación de emergencia de nuestro país tiene millones de víctimas, que sufren por no tener acceso a la salud, seguridad alimenticia, educación y seguridad… Requerimos en forma urgente la cooperación de la solidaridad internacional coordinada por el sistema de las Naciones Unidas”, pidió Guaidó.
En su respuesta, Guterres aseguró ayer que la ONU “está lista para aumentar sus actividades en Venezuela en las áreas de la asistencia humanitaria y el desarrollo”, informa Efe. Sin embargo, agregó que debe tener la cooperación del Ejecutivo de Maduro, que tiene el control de la frontera.
Esta circunstancia puede dificultar la llegada de las ayudas, ya que el chavismo no tiene ningún interés en mostrar su debilidad. A pesar de ello, desde la Asamblea Nacional consideran que los militares desplegados en las fronteras podrían rebelarse ante la decisión del oficialismo.
“Vamos a pedir a la Unión Europea la protección de los activos venezolanos”
“Maduro tiene secuestradas las armas de la República”
de mucha fragilidad para Maduro y su régimen.
P. Pero, frente a lo que está sucediendo ¿cómo cree que se va a resistir?
R. Maduro es un dictador. No se va a levantar con una epifanía. Destruyó el país, tenemos una inflación de 2.000.000%, todos los días mueren pacientes por falta de insumos. Hay que presionarlo, socialmente, internacionalmente y, de nuevo, si bien el caso venezolano es atípico, las variables que dan pie a una transición las tenemos y podemos lograrla de manera pacífica. No creo que el entorno de Maduro y el alto Gobierno se quieran inmolar a sabiendas de que el modelo fracasó. No van a tener cómo rescatar a la economía, el mundo no reconoce sus competencias constitucionales. Hay mucha gente pragmática a su alrededor y estamos en la puerta, digamos en un momento pretransicional.
P. ¿Estaría dispuesto a ofrecerle una salida a Maduro, algún acuerdo político tras su cese?
R. Durante 20 años hemos sufrido mucho socialmente. Hemos visto muerte, desplazamientos forzosos, la migración, hemos visto encarcelados, pero hoy estamos viendo hambre, necesidad de medicamentos y ganas de cambio. Si hacemos una mezcla y un equilibrio de esos elementos, nosotros estamos dispuestos a hablar con quien haya que hablar, siempre y cuando vaya direccionado a lograr el cese de la usurpación, el Gobierno de transición y las elecciones libres. Hemos puesto sobre la mesa una ley de garantía y amnistía, algo que en algunos países se llamaría justicia transicional, una ley de estatuto para la transición que permite que todos los sectores participen en ese proceso.
P. ¿Eso incluiría el chavismo? R. Eso debe incluir al chavismo. El chavismo va a ser una realidad incluso cuando superemos este proceso. Si me hubiera preguntado en 2016 el peso de esa realidad política, hubiera dicho 25%, 30% a lo mejor. Si me pregunta hoy, ese porcentaje seguramente es muy inferior. Pero es una fuerza política y hay que reconocerlo.
P. ¿Y cuál va a ser el marco político de la transición? Sus principios de inclusión.
R. Amplitud y gobernabilidad. El martes se incorporó una diputada que venía de Tupamaros [movimiento oficialista de la izquierda revolucionaria]. Nosotros no buscamos torcer manos, buscamos estrechar manos. Se trata de lograr gobernabilidad, estabilidad y atención a nuestra gente.
P. Insistimos en qué piensa de las especulaciones sobre una intervención.
R. Venezuela es un país soberano, determinado a conquistar su libertad. Yo creo que no es necesario llegar a una etapa como esa. Nosotros vamos a hacer la mayor presión posible que genere el menor costo social y que sobre todo nos ponga en pie para rescatar gobernabilidad, servicios públicos y estabilizar la economía.