De Ayuntamientos y taxis
En 1983 entré a formar parte de la corporación municipal de una población de 13.000 habitantes y el alcalde me asignó la Concejalía de Tráfico entre otras. Al revisar el parque de las licencias de taxis me di cuenta de que existían 13 concesiones de taxis cuando en realidad solo seis se ejercían como tal, y en un caso uno de los titulares tenía dos licencias por compra a otro titular hacía años. En la primera reunión que tuve con ellos les dejé claro que las licencias eran unas concesiones que daba el Ayuntamiento, y que si no ejercían como taxistas o se jubilaban, las concesiones revertían nuevamente a él. Nadie las podía heredar, ni vender ni comprar, ya que no eran de su propiedad. Las negociaciones no fueron fáciles ni agradables, pero creo que era lo justo para que nadie pudiera hacer negocio con algo que no era suyo y que debía servir para dar facilidades de movilidad a los ciudadanos. Es tan simple todo que solo veo una dejación y negligencia de los Ayuntamientos que han permitido que estas situaciones degeneren en lo que hoy contemplamos.
Juan L. Cabezas Villafranca de los Barros
(Badajoz)