Homenaje a 80 años del exilio republicano
Era un viaje centrado claramente en asuntos económicos. España y México son dos potencias cada vez con más relaciones entre ellas —la segunda gran inversora en el país norteamericano, que a su vez es el quinto inversor en el país europeo— y había mucho que resolver en este punto con una administración nueva que ha llegado con fuertes críticas a la corrupción de las multinacionales españolas.
Pero el Gobierno preparó además un acto especial en el Colegio de México, uno de los lugares simbólicos del exilio español.
Este año se cumplen 80 del final de la Guerra Civil y el inicio de esta diáspora republicana que tuvo en México uno de sus epicentros. Por eso Sánchez remató el viaje reivindicando ese exilio que es también un gran referente en la memoria de la izquierda española. En un discurso muy trabajado con citas de exiliados como Buñuel o Cernuda, Sánchez aprovechó para honrar al exilio, pero también a la emigración y la solidaridad de un país como México que acogió a todos los republicanos que llegaron y nunca reconoció al régimen de Franco. “España expulsó de su país a casi medio millón de personas. No se me ocurre una condena más terrible para un ser humano: abandonar a la fuerza a tu gente, a tus amigos, a tu familia. Por eso, la deuda de España con México no puede ser pagada: porque en ese trance terrible, recibió con los brazos abiertos a decenas de miles de españoles que huían de su país. ‘¿Necesitas una patria?’, les preguntó. ‘Yo te la ofrezco”, clamó Sánchez. Y ahí citó a Buñuel: “México es un verdadero país. Su extrema amabilidad, sentido de la amistad y la hospitalidad han hecho de México, desde la guerra de España hasta el golpe de estado de Pinochet en Chile, una tierra de asilo seguro”.