“Es un chantaje de un antiguo trabajador”
Los propietarios de El Salvador hicieron público un comunicado en el que exponían que todo este asunto se debe al chantaje de un extrabajador que, tras un litigio con la compañía, acabó condenado por extorsión. “En el año 2017, la empresa sufrió por parte de un extrabajador un chantaje económico consistente en la reclamación de diversas cantidades económicas a cambio de no revelar determinadas prácticas irregulares que él, supuestamente, habría cometido”.
Fue El Salvador, según el comunicado, quien denunció al exempleado, por lo que se incoaron “diligencias previas ante el Juzgado de Instrucción”, que desembocaron en un juicio penal en el que se condenó al extrabajador, jubilado desde hacía dos años, a un año de prisión. Y apostilla el comunicado: “Sin que en esa sentencia se determinara actuación irregular alguna por parte de la empresa”. Y concluyen: “Todos los crematorios del grupo cuentan con salas desde las que los familiares pueden ver cómo el ataúd entra en la zona de cremación”. “esta en manos de los abogados”, advertía, sin confirmar ni desmentir la versión de los propietarios del negocio que corría de boca en boca por todos los bares de Valladolid: “Todo viene de un empleado cabreado, que les denunció y contra el que la empresa se enfrentó en los tribunales”.
El próspero negocio familiar se constituyó en 1985, y lleva “más de 30 años ofertando servicios mortuorios integrales”, se anuncian. “Con una atención personalizada las 24 horas, los 365 días y una plantilla de más de 70 profesionales”.
Algunos de ellos manifestaban ayer a EL PAÍS su desconcierto ante la noticia, que habían conocido por la prensa: “Estoy en shock, me he enterado por la tele porque hoy no me tocaba ir”, decía uno. “Llevo trabajando aquí muchísimos años y jamás he visto el más mínimo problema ni entre trabajadores ni entre la empresa y los trabajadores, creo que nunca han despedido a nadie, quizá como mucho haya habido una o dos rescisiones de contratos sin trascendencia”, aseguraba un empleado veterano. “Aquí el trato siempre ha sido bueno, cercano y familiar; espero que se aclare todo y que tengan algún tipo de resarcimiento mediático porque el daño es grande”, decía.
La investigación, realizada por el grupo de Homicidios de la Policía, la dirige un juzgado de Valladolid y se encuentra aún bajo secreto de sumario.