El Pais (Valencia)

Un excargo de Hacienda y 24 guardias civiles

-

El juicio del procés se reanuda hoy con la declaració­n de Felipe Martínez Rico, que fue mano derecha de Cristóbal Montoro en el Ministerio de Hacienda. La Fiscalía solicitó su comparecen­cia para acreditar el delito de malversaci­ón de fondos públicos que atribuye a los miembros del Govern procesados. Su declaració­n estaba prevista para la semana pasada, pero la del major de los Mossos Josep Lluís Trapero obligó a posponerla. Después, y hasta el jueves, desfilarán por el Tribunal Supremo un total de 24 guardias civiles que analizaron correos electrónic­os de los dirigentes independen­tistas y que participar­on en diversos registros en septiembre de 2017, aunque no en los del Departamen­to de Economía. policial. El uso de la fuerza es “legítimo”, recuerda Miralles en sus autos, si hay “justificac­ión” y es “proporcion­al”. Bajo ese supuesto, una juez de Manresa (Barcelona) archivó ayer la denuncia de 19 ciudadanos lesionados en un colegio de Castellgal­í. No hubo “exceso policial” sino el uso de la “mínima fuerza imprescind­ible”, dice el auto, que critica la resistenci­a “activa” de los 200 ciudadanos reunidos allí.

“Patente de corso”

La Audiencia de Barcelona ha fijado criterios. Hay que analizar “en cada caso” si el uso de la fuerza estaba “amparado” por el TSJC o fue “desproporc­ionado e innecesari­o”. “No podemos otorgar patente de corso para cualquier acción de violencia”, dicen los magistrado­s, que dan por hecha la “desmesurad­a violencia” en algunos colegios electorale­s. Otro auto de la Audiencia de Barcelona (distinta sección) va más allá y critica que la Guardia Civil empleara la fuerza —habla de un instituto de Sant Joan de Vilatorrad­a, con 14 heridos leves— ante un referéndum que no tenía “ninguna consecuenc­ia jurídica”. Además, hubo “excesos” en el uso de las porras contra los ciudadanos, concluye.

Aún es pronto, pero el balance provisiona­l sonríe a los cuerpos de seguridad. En su declaració­n ante el Tribunal Supremo, el exdelegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, afirmó que se han archivado “más de 100 casos” y que no hay “ninguna condena”. “La actuación fue ejemplar”, zanjó Millo. Los procesos están vivos, pero es cierto que por ahora no hay sentencias condenator­ias y sí dos absolucion­es: la primera, en Lleida, donde la juez no dio credibilid­ad al denunciant­e.

Los jueces dan carpetazo a los asuntos, a veces sin una mínima investigac­ión y otras al entender que actuaban bajo el paraguas de una orden judicial. Y, aun cuando sospechan que hubo lesiones leves, hay magistrado­s que archivan los casos por falta de autor conocido, o bien porque no hay imágenes. Pero a veces se ven obligados a rectificar. La Audiencia de Tarragona ordenó a un juez que, al menos, se dignase a tomar declaració­n al vecino del Sarral (1.500 habitantes) que denunció haber sido lesionado el 1-O.

 ?? / ALBERT GARCIA ?? Agentes de la Policía Nacional en el colegio Ramon Llull de Barcelona durante el 1 de octubre.
/ ALBERT GARCIA Agentes de la Policía Nacional en el colegio Ramon Llull de Barcelona durante el 1 de octubre.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain