Los centros católicos diseñan un comité de crisis para pederastia
Un decálogo establece cómo actuar si se descubren abusos contra los alumnos
Escuelas Católicas, la patronal de los centros concertados religiosos de España, ha publicado un decálogo de actuación contra los abusos sexuales a menores que obliga a informar a las autoridades y a apartar al acusado “independientemente de cuándo se produjeran los hechos”. La nueva norma recomienda a todos los adultos que tengan conocimiento de algún caso de pederastia que lo comuniquen a la Fiscalía, la Guardia Civil o la Policía Nacional. “Existen dos posibilidades: denunciar o comunicar; esto último, en muchas ocasiones, es una vía más sencilla y adecuada”, señala el documento.
También incluye la creación de un “comité de crisis” para gestionar de forma centralizada cada denuncia. En el caso de que el supuesto abusador sea un clérigo, el documento exige que se informe también a la jerarquía eclesiástica. El documento propone a los colegios realizar una investigación interna, incluso si el supuesto pederasta ha fallecido. El decálogo fue distribuido el pasado miércoles a los más de 2.000 centros educativos donde están matriculados 1,2 millones de alumnos.
La medida más novedosa es la creación en cada centro de un “comité de crisis”, del que deberán formar parte un abogado y un orientador psicológico. El director del colegio, el obispo de la diócesis o el superior de la orden pueden integrar dicho grupo. El comité centralizará las decisiones, documentará “rigurosamente” todos los pasos y comunicará públicamente el proceso, “basado en la transparencia, veracidad y la agilidad”.
Indicios
El decálogo subraya además que los profesores deben comunicar “indicios” o “denuncias” de abusos a la dirección del centro “preferiblemente antes de 24 horas”. El protocolo, además, recomienda acoger a la víctima, proporcionarle ayuda psicológica y médica si el menor ha sufrido alguna lesión. La nueva norma prohíbe que se le pida al alumno “detalles morbosos” del episodio y que se le juzgue. “Es importante que la víctima se sienta creída y protegida”.
“El protocolo pretende orientar a los centros. Escuelas Católicas no puede obligar a los centros a tomar medidas concretas”, indica José Alvira, secretario general de la entidad. Escuelas Católicas recomienda que se adopten medidas de prevención y que los centros busquen asesoramiento en organizaciones especializadas, como Unicef, Save the Children o la Fundación ANAR. También anima a aplicar las “directrices y protocolos de las Conferencias Episcopales y congregaciones religiosas”.