“Quizá se me sobrevalora”
Sentada al lado de Carlos Saura con una blusa vainilla a juego con su cutis y su pelo durante un homenaje a ambos en la Embajada de Francia, Isabelle Huppert parece lo que es. Una señora —mejor no mentarle la edad, según pide por persona interpuesta— fina, elegante más de huesos que de ropa, y francesa a más no poder, según mandan los tópicos. Poco que ver con la camaleona que incendia o hiela la pantalla, según le dé la real gana. Hechas las —gélidas— presentaciones, la Huppert no empieza a hablar hasta que todo —to-do— está a su gusto. Parece muy acostumbrada a dar indicaciones y que se le obedezca sin réplica. La primera, ella.
¿Cómo lleva una misma ser la imagen de Francia en persona?
Me sorprende que diga eso. Uno siempre se vive de forma diferente a como le ven los demás. Pero me siento muy honrada.
¿Qué atributos suyos se podrían aplicar a su país, y viceversa?
Es difícil contestar. ¿En qué medida una persona puede representar a un país, cuando lo que representa a un país es la diversidad? Pero si hablas del cine francés, de su ambigüedad, complejidad y riqueza de matices, sí que puedo sentirme portadora de todo eso.
Siempre se la pinta como fuerte y frágil a la vez. ¿No le cansa?
No, porque, afortunadamente, esa foto fija es bastante acertada. Es muy vaga, y todo el mundo es frágil y fuerte a la vez. La diferencia es que yo he tenido la gran suerte de poder comunicar eso a través de muchas películas.
Bueno, pues ya puesta, confiese una fortaleza y una debilidad.
Le podría decir, por ejemplo, que me siento con mucha energía y muy perezosa, muy curiosa y muy indiferente a la vez, aunque no sé si eso es una debilidad. Y ya le he confesado muchísimo de mí. Ese podría ser un titular, sí. Sí, me he dado cuenta según lo decía. Se me ha escapado. Pero, por quitarle hierro, diré que la indiferencia no tiene por qué ser un defecto. Como actriz, sobre todo de teatro, tiendes a crearte un mundo propio. Sales a escena, te inventas un mundo, estás metida en él, y eso te hace ser un poco indiferente a todo lo que es ajeno.
¿Qué piensa una al mirarse al espejo y ver a Isabelle Huppert?
Ni siquiera entiendo qué dices.