El Pais (Andalucia) (ABC)

China promete represalia­s por la guerra comercial con EE UU

- XAVIER FONTDEGLÒR­IA,

China ha emitido dos mensajes claros en los últimos días ante la inminente imposición de aranceles a sus productos por Estados Unidos. Uno, que abrirá su economía a sectores ahora prohibidos y aumentará la protección de la propiedad intelectua­l si hay diálogo.

El primer paquete provisiona­l que preparan las autoridade­s chinas incluye 128 productos cuyas importacio­nes están valoradas en 3.000 millones de dólares (2.428 millones de euros), una cifra similar a los daños que provocarán los aranceles que la Administra­ción de Trump ha impuesto al acero y al aluminio chinos y que entran en vigor hoy.

La fruta fresca, los frutos secos, el vino o los tubos de acero serán gravados con un impuesto del 15%, mientras que la carne de cerdo o el aluminio reciclado tendrán una tasa del 25%. La medida será efectiva, según el Ministerio de Comercio, “si no hay acuerdo entre las dos partes en el plazo específico” marcado por la Organizaci­ón Mundial del Comercio (OMC).

China evitó aprobar medidas de mayor calado a la espera de conocer a fondo la subida de tarifas anunciada por Trump el jueves —que afectaría a importacio­nes Dos, que no teme a una guerra comercial y responderá en caso de que EE UU actúe unilateral­mente. Con Trump abriendo el melón de las sanciones a numerosas importacio­nes chinas, Pekín eligió la segunda opción y anunció su intención de gravar varios productos agrícolas y de acero estadounid­enses.

valoradas en 60.000 millones de euros— porque no se sabe aún cuáles son los productos señalados. Pero sí advirtió que EE UU “ha creado un precedente muy malo” y que no dudará en defender sus intereses legítimos. “China no quiere una guerra comercial, pero tampoco la teme. Tenemos confianza y somos capaces de manejar cualquier desafío. Esperamos que EE UU retroceda antes de que sea demasiado tarde, que actúe de forma prudente y no arrastre la relación económica y comercial a una zona de peligro”, dijo el Ministerio de Comercio en un comunicado.

Envite proteccion­ista

Si bien la acción de Trump es el mayor envite proteccion­ista de su mandato, los expertos coinciden en que por sí sola no hará tambalear la economía china ni tampoco logrará reducir el abultado déficit comercial frente a

China, de 375.000 millones de dólares. La consultora Capital Economics estima el daño en, como máximo, una décima del PIB de un país que creció un 6,9% en 2017. “Hace diez años un movimiento de este calibre habría sido mucho más doloroso para China porque su economía dependía muchísimo de sus exportacio­nes, pero esto ha cambiado”, explica Xu Bin, profesor de Economía de la escuela de negocios CEIBS.

La cuestión es si este toma y daca entre las dos mayores economías mundiales —nadie duda de que China tomará medidas una vez conozca los detalles de esta última ronda de aranceles— desembocar­á en un rifirrafe comercial duradero dependiend­o de si es una estrategia para atajar la enorme brecha comercial entre ambos países o simplement­e una forma de Trump de contentar a sus votantes ante la convocator­ia electoral de noviembre.

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