Dimite el alcalde socialista de Alicante, procesado por prevaricación
El partido le presionó para que no esperara a que se le abriera juicio oral
El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, doblemente procesado por prevaricación, firmó ayer su dimisión del cargo con efecto desde el 9 de abril para propiciar que haya un acuerdo de las “fuerzas progresistas” de la ciudad que permita que su sucesora sea la que hasta ahora es su número dos en el Ayuntamiento, Eva Montesinos.
Echávarri lo comunicó ayer en la sede del PSPVPSOE en Valencia después de presentar su dimisión a la ejecutiva del partido, encabezada por el secretario general y presidente de la Generalitat, Ximo Puig. El todavía alcalde lo ha justificado como un intento de dar una “solución política a un problema político”.
El alcalde alicantino renuncia así, presionado por la cúpula de su partido, a la hoja de ruta que él mismo había intentado imponer para su sucesión. El regidor pretendía continuar en el cargo hasta que se le abriese juicio oral y dejarlo entonces siempre y cuando su ahora número dos, Eva Montesinos, pudiera sustituirle.
Mientras tanto, los populares registraron ayer por la mañana en una notaría de Alicante una moción de censura. Sin embargo, el PP no cuenta, por el momento, con los apoyos necesarios para que pueda prosperar.
Echávarri se encuentra procesado junto a dos asesores por el presunto fraccionamiento de 14 facturas en la Concejalía de Comercio, por un importe total cercano a los 144.000 euros. Además, otra juez acaba de apreciar indicios para juzgarlo por despedir a una funcionaria interina que es cuñada del portavoz del PP, para vengarse presuntamente de él porque había denunciado el citado fraccionamiento de contratos en Fiscalía.
El primer edil alicantino dirigía el Consistorio en solitario junto a otros cinco regidores socialistas —de un total de 29 concejales que tiene el Ayuntamiento— desde el pasado noviembre, cuando sus antiguos socios, Guanyar Alacant (confluencia de Izquierda Unida, Podemos e independientes) y Compromís, abandonaron el gobierno tripartito surgido tras las últimas elecciones municipales por su negativa a dimitir.
El PP anunció la pasada semana una moción de censura abocada al fracaso porque no cuenta con los apoyos necesarios para prosperar. Echávarri pretendía continuar en el cargo hasta que se le abriera juicio oral y siempre había dicho que solo dimitiría si la vicealcaldesa Eva Montesinos contaba con los 15 votos que dan la mayoría absoluta del pleno para sucederle. Sin embargo, las últimas decisiones judiciales, la presión mediática y las exigencias del PSPV le han obligado a renunciar a esa hoja de ruta.