El sector turístico espera una gran Semana Santa pese al frío
El sector turístico español afronta la Semana Santa con optimismo, aunque pendiente de las condiciones climatológicas. No siempre llueve a gusto de todos y el tiempo amenaza con una nueva borrasca. A esto hay que sumar que la festividad este año
La Semana Santa supone el pistoletazo de salida para la temporada turística. Hoteleros y empresas relacionadas con el sector comienzan a prepararse para otro gran año. La reactivación del sector turístico siempre trae consigo nuevos contratos. En esta ocasión, según la patronal del sector Asempleo, se prevé que haya 164.000 nuevos contratos temporales, un 11% más que en 2017. Nuevos puestos de trabajo eventuales para cubrir, sobre todo, las demandas de esta festividad en el turismo, aunque no serán los únicos. La patronal destaca la contratación de otros perfiles como auxiliares, logística, distribución, transporte y atención al cliente, entre otros.
Asempleo asegura que esta será una de las mejores campañas de esta festividad si se mide por el número de contratos firmados. Además, en esta necesidad de mano de obra no repercutirá tanto el efecto estacional y desde la patronal prevén que más del 30% de los nuevos contratos se extiendan más allá de la Semana Santa.
Optimismo moderado
Los hoteleros se muestran optimistas, aunque no tanto como en los años precedentes. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) entendería como un éxito igualar los datos registrados en la Semana Santa de 2017, año récord del sector. Las ventas para la primavera registran un crecimiento del 0,6% (no solo las de Semana Santa, que se mantienen por debajo) respecto al ejercicio anterior según Cehat, a la espera de las reservas de última hora que estarán condicionadas por el tiempo. “Esperamos una buena semana si cambia el clima a partir del lunes”, asegura Juan Molas, presidente de la patronal hotelera.
El crecimiento es mucho más modesto que en años anteriores. De hecho, 2017 se cerró con una subida del 8,59% en la llegada de turistas internacionales. Esta desaceleración tiene explicación por efectos estacionales (esta Semana Santa llega antes que la de 2017) y, además, el número de turistas que recibe España se encuentra en unos guarismos tan elevados que es difícil mantener el mismo ritmo de crecimiento. “Se van estabilizando destinos competidores, por lo que es probable que deje de crecer el número de turistas extranjeros que llegan”, afirma Ramón Estalella, secretario general de Cehat.
Pero lo que más efecto (negativo para el sector) tendrá sobre esta Semana Santa será el tiempo poco primaveral. “Este año no habrá tanta ocupación en la costa por el frío que hace todavía”, explica llega antes, lo que reduce el atractivo de la costa. Por ello, los hoteleros se conforman con igualar los resultados récord del año anterior, aunque estas condiciones adversas se han convertido en el aliado para las zonas rurales y de esquí, que registrarán su mejor Semana Santa, según la patronal hotelera.