Puigdemont reclama unidad al secesionismo para no perder “autoridad moral”
Carles Puigdemont constató ayer la desunión que atraviesa el independentismo y reclamó unidad para no perder la “autoridad moral” y que pueda prosperar el llamado Consejo para la República que se presentó en Bruselas. La mayoría de los
Cuando se alcance esa cifra, se elegirán a los entre 100 y 150 miembros de la denominada Asamblea de Representantes, un foro conformado por diputados, alcaldes, concejales, ciudadanos catalanes mayores de 16 años y catalanes residentes en el extranjero. La asamblea elegirá al presidente del Consejo para la República, cargo que por ahora ocupa Puigdemont junto a los exconsejeros Comín, Puig y Ponsatí, la presidenta de ANC, Elisenda Paluzié; la alcaldesa de La Garriga (Barcelona), Meritxell Budó; el diputado de ERC Toni Castellà, y la doctora en Derecho Neus Tobisco. miembros del Govern asistieron a un acto del que se desmarcó la CUP al considerarlo un organismo “simbólico”. Hasta ahora hay unos 40.000 inscritos, lejos del millón que se marcó el expresidente sobre este “instrumento para verificar ante el mundo la voluntad efectiva de hacer la república”.
La presentación de este organismo, 40 días después de un acto similar en el Palau de la Generalitat, sirvió para que el actual presidente de la Genralitat, Quim Torra sacara pecho de su reciente viaje a Eslovenia, donde se reunió con representantes políticos y sociales y fue recibido por el presidente de aquel país. “Venimos de ver a un pueblo que nos ha mostrado su apoyo incondicional”, señaló. Su perfil en el evento de ayer fue discreto, aunque dejó algún recado a Madrid con aires de desafío. “Estamos dispuestos a todo para ser libres”, advirtió. Sin embargo, la mayoría del público, llegado de Cataluña aprovechando
el puente de la Constitución, acudía para ver a Puigdemont, el único al que recibieron con una ovación en pie. El expresidente llamó a los suyos a no desfallecer: “Falta el tramo más difícil, el reconocimiento internacional, ese es el objetivo necesitamos más personas que quieran hacerse ciudadanos de la república”.
Puigdemont cree que la utilidad del Consejo reside en que puede actuar en un ámbito en el que España no alcanza a intervenir. “En un contexto de libertad vigilada, de restricciones y recentralización, el Consejo puede hacer lo que nuestras instituciones no pueden”, dijo sin concretar más. La intervención más dura fue la del exconsejero de ERC, Toni Comín. “Os ayudaremos desde fuera a desfranquistizaros y desfasticizaros”, cargó.
Mientras, desde Barcelona, el expresidente Artur Mas se desmarcó de Torra y aseguró que “no es función de los políticos pedir a los CDR apretar o no”, tras lo que subrayó que él no habría actuado como Torra, que se lo reclamó a los CDR en octubre. “Cuando los sectores que son favorables a la independencia provocan estas situaciones, en el fondo están tirándose piedras sobre el tejado”, dijo el expresidente, quien consideró que el consejero de Interior, Miquel Buch, no debe dimitir, tras las cargas policiales del jueves en Girona y Terrassa y calificó de “inoportuno, exageradísimo y partidista” que se pida su renuncia, como ha hecho la CUP.
Reunión Torra-Buch
En una entrevista de Catalunya Ràdio, Mas secundó que Torra, y Buch estudien la revisión de los protocolos de los agentes antidisturbios de los Mossos, pero puntualizó que se ha de hacer “con criterios policiales, no políticos”. El presidente y el consejero tienen previsto reunirse hoy tras del ultimátum de cuatro días que le dio Torra para que adoptase medidas tras las cargas policiales.