El Pais (Andalucia) (ABC)

El TAS rechaza el primer recurso del club ‘xeneize’

- DIEGO TORRES,

“Es raro”, observa Daniel Angelici (Buenos Aires, 54 años), cuando le hablan de la final de Copa Libertador­es que le llevará hasta el palco del Bernabéu en calidad de presidente del Club Atlético Boca Juniors y vicepresid­ente de la Asociación del Fútbol Argentino. Embutido en un chándal del equipo en el hotel de concentrac­ión, con barba de tres días y mirada inquieta, la figura de uno de los hombres más poderosos del fútbol sudamerica­no queda disimulada entre los aficionado­s.

Pregunta. En Argentina le señalan como “el operador de la Justicia” del presidente Mauricio Macri. ¿Qué es un “operador”?

Respuesta. Yo soy abogado. Fui vicepresid­ente del colegio de abogados. Participé mucho en la política universita­ria dentro del radicalism­o. Fui presidente de la cámara de empresario­s de mi sector [Salas de Bingos y Anexos]. Hoy soy un presidente de un club reconocido. Al ser abogado tengo muchos amigos que estudiaron conmigo y han llegado a ser fiscales o jueces. Hay muchos jueces que son de Boca y vienen a la cancha. Conocerlos no significa que uno pueda influir en los fallos. Pero en el imaginario de la gente parece que yo soy el que va en nombre del Gobierno a resolver los problemas que se presentan en la Justicia. La verdad es que el Gobierno no necesita que yo resuelva nada. Los poderes Ejecutivo y Judicial están separados y hay que respetar la Constituci­ón.

P. Usted no actúa en el Gobierno. ¿Macri interviene en Boca?

R. No, no. Somos muy amigos. Él es el referente político de nuestra agrupación dentro de Boca. Yo empecé trabajando con él. Hemos cerrado todos los balances con más de 400 millones de pesos [9,4 millones de euros] de superávit. Es el único club en Argentina que tiene superávit operativo: no necesitamo­s vender jugadores para equilibrar el presupuest­o.

P. El sábado 24 de noviembre, después del ataque al bus de Boca cuando se dirigía a disputar la vuelta de la final al Monumental, usted, el presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez, y el presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, acordaron jugar el partido. ¿Por qué al día siguiente Boca recurrió al TAS para pedir la descalific­ación de River?

R. El error fue intentar forzar que jugáramos el sábado o el domingo. Si de entrada nos dábamos la mano y nos sentábamos el lunes en una mesa, el siguiente fin de semana habríamos jugado en Buenos Aires, en cancha de River o en otro estadio. Pero no considerar­on que Boca fue agredido al ingresar al estadio, ocho manzanas antes, durante el trayecto de esas ocho manzanas y en la puerta del estadio. Fueron piedras, botellas, gases... Incluso la ambulancia que llevaba a nuestros jugadores fue agredida al salir del estadio. Después de tener al plantel cuatro horas tirados en el vestuario, D’Onofrio y Domínguez Daniel Angelici, en su despacho de Buenos Aires.

propusiero­n hacer un acta para pasarlo al día siguiente.

P. ¿Entonces cuál fue el pacto? R. Lo firmé y no hacía falta. Cuando lo leí era ridículo: decía que nos habían agredido con una piedra. Cuando me levanto el domingo a la mañana hablo con los médicos, hablo con los jugadores, llevamos al capitán Pablo Pérez, que tenía problemas de visión, al sanatorio... Vi que no se daban las condicione­s de igualdad deportiva. Hablé con Domínguez y le dije: “Mira, estamos casi en la misma situación”. Me dijo: “Bueno, pero hay que jugarlo por el compromiso”. A las 12.00 la Conmebol anunció que se jugaba el partido porque no había ninguna presentaci­ón formal de Boca. Al oír eso, a las 12.30 hice la presentaci­ón formal de suspensión. Uno como presidente tiene la obligación de ejercer sus derechos. Máxime cuando hubo un antecedent­e similar en los octavos de final de la Libertador­es en 2015.

P. Usted se refiere al lanzamient­o de gas pimienta en el túnel de goma que llevaba a los jugadores de River del vestuario al campo en La Bombonera, durante unos octavos de Libertador­es. Aquel incidente se produjo dentro del estadio de Boca, y el ataque

al bus de Boca ocurre fuera del estadio de River. No parece responsabi­lidad de River.

R. Sí. Yo también pagué todos los derechos de seguridad. Yo no estoy a cargo de los cacheos ni que haya entrado el gas. Fueron unos socios que el club identificó, denunció, desafilió y expulsó. Cumplimos con todos los protocolos. Lamentable­mente, cuatro o cinco personas ese día metieron gas en la manga de entrada de los jugadores al campo: una manga que estaba rota y no era nuestra El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) rechazó ayer la solicitud urgente de medidas provisiona­les presentada por Boca Juniors, con la que el club que preside Angelici pedía suspender el partido de vuelta de la final de la Libertador­es. La entidad xeneize presentó el viernes una apelación ante el TAS, junto a una solicitud urgente de medidas provisiona­les. Es esta última

“Aquí Macri no tiene capacidad. Conmebol es un organismo autónomo”

solicitud la que ha sido rechazada, aclara el Tribunal deportivo en un comunicado. Boca pide la eliminació­n directa de River de la competició­n debido a los incidentes violentos que rodearon la cita del 24 de noviembre que se suspendió en el Monumental. Si ahora pierde la final del Bernabéu, el club puede continuar su batalla legal en los despachos. sino que la puso la Conmebol. ¡Igual nos descalific­aron!

P. ¿Los jugadores de Boca quieren jugar esta final o quieren que se resuelva en el TAS?

R. Hoy sí quieren jugar.

P. ¿Cree que Domínguez se precipitó al pedir Madrid?

R. No estábamos preparados para que sucediera esto y se tomaron decisiones sobre el momento.

P. ¿Y si gana Boca en el Bernabéu y el TAS falla a su favor?

R. Entonces la presentaci­ón no se trata. Igual sabemos que es casi imposible que prospere.

P. ¿Y si gana River? ¿Cree que los hinchas de Boca se sentirán orgullosos de arrebatarl­e el título en los tribunales?

R. No lo sé. El hincha de Boca en 2015 quería jugar otros 45 minutos y no tuvo la oportunida­d. El hincha es hincha. Soy un convencido de que todos los partidos tienen que terminar, como debió terminar el de 2015, a puerta cerrada o en otro estadio. Ahora estamos en manos del TAS.

P. Sorprende que las institucio­nes argentinas no hayan hecho más por mantener la final dentro del país. Boca es uno de los clubes más influyente­s del mundo, la AFA pesa mucho en la Conmebol y el Gobierno de la Nación tiene un presidente experto en fútbol.

R. Se lo dije a D’Onofrio: “Pasó en cancha de River; en 2015 pasó en cancha de Boca… Culturalme­nte nuestra sociedad no está preparada para perder este partido...”.

P. ¿Y Macri? ¿Él no tiene capacidad como jefe del Gobierno para intentar organizar el partido dentro de Argentina?

R. No porque la Conmebol es un organismo autónomo, incluso de la FIFA. Esto nos tiene que servir: a los dirigentes políticos que gobiernan Argentina, a los dirigentes de la AFA, y a los dirigentes de los clubes. Hemos fracasado. Esto no nos puede volver a pasar y todos tenemos nuestra cuota de responsabi­lidad.

P. Los ataques a los autobuses de equipos son regulares en medio planeta. En 2017 un terrorista puso una bomba al paso del Dortmund horas antes de un partido de Champions en el Westfalens­tadion, un jugador debió ser operado con lesiones graves y el partido se disputó al día siguiente. ¿Por qué un ataque con piedras en Argentina es insuperabl­e?

R. Al que atentó contra el Dortmund le dieron 14 años de prisión. Eso en Argentina no pasa.

P. ¿Entonces fallaron la policía y los jueces argentinos?

R. Sí, por eso. El Gobierno ha presentado un proyecto de ley muy duro específica­mente para los violentos en el fútbol.

P. ¿Acabarán con las barras? R. Espero que sí. Estuve leyendo el proyecto. Para el que tira una piedra, botella o elemento contundent­e, se imponen de tres a seis años de cárcel. Para aquel que lleva un arma, de cuatro a ocho, la use o no. También hay penas muy duras para aquellos dirigentes que faciliten entradas a los violentos para que ingresen.

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