La justicia europea falla que Reino Unido puede revocar su salida de la UE unilateralmente
Hasta el último minuto. Reino Unido podrá suspender unilateralmente el proceso de salida de la UE en cualquier momento hasta la medianoche del 29 de marzo de 2019, fecha prevista para la consumación del Brexit, según la sentencia hecha pública ayer por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. El esperado veredicto resuelve uno de los dilemas jurídicos planteados por la primera salida de un socio del club comunitario. El Gobierno de Theresa May insiste en que no tiene intención de frenar el Brexit.
El fallo se dio a conocer horas antes de que May decidiera aplazar el voto sobre el acuerdo de salida negociado con Bruselas en el Parlamento británico. El riesgo de rechazo de los diputados es tan elevado que May ha pospuesto la votación hasta después de la cumbre europea de este jueves y viernes, en un desesperado intento de arrancar mejoras que le permitan convencer a su Parlamento. Si no lo logra, la revocación del artículo 50 —que puso en marcha el proceso de salida— puede emerger como la única vía para evitar un Brexit brutal.
La Comisión Europea y el Consejo Europeo defendían que el proceso de salida no podía pararse unilateralmente una vez activado a través del artículo 50 del Tratado de la Unión. Pero los jueces comunitarios, en respuesta a una consulta prejudicial planteada por un tribunal escocés, han concluido que la cancelación del proceso de salida es competencia exclusiva de Londres, que puede revocar la decisión en cualquier momento sin dar explicaciones a sus socios europeos.
La revocación sería posible incluso más allá del 29 de marzo si se decidiera prolongar el plazo de la negociación del acuerdo de salida, fijado en principio en dos años desde el momento en que se activó el artículo 50 (29 de marzo de 2017 en el caso británico).
“Someter el derecho de revocación a una aprobación del Consejo Europeo por unanimidad, como proponen el Consejo y la Comisión, transformaría un derecho unilateral soberano en un derecho condicionado”, argumenta el Tribunal.
Tesis del abogado general
Los jueces europeos añaden que forzar a un país a consumar la salida planteada “sería contrario al objetivo de los Tratados, que consiste en crear una unión cada vez más estrecha entre los pueblos europeos”.
El caso ha sido resuelto a gran velocidad (en apenas dos meses, frente a una media de al menos dos años) y el fallo ha sido dictado por la Corte en pleno, con su presidente, Koen Lenaerts, al frente.
Fuentes que han seguido de cerca el vertiginoso proceso aseguraron a este periódico que algunos magistrados se decantaban por secundar la tesis de la Comisión, favorable a una revocación por consenso entre el país que abandona el club y los 27 socios que se quedan.
Las mismas fuentes atribuyen al presidente del Tribunal de Justicia de la UE una vía intermedia que apuntaría al derecho unilateral de cancelar el artículo 50, pero siempre y cuando ningún socio mostrase públicamente su oposición. Finalmente, sin embargo, se impuso, en gran parte, la tesis defendida por el abogado general, el español Manuel Campos Sánchez-Bordona, partidario de un derecho soberano y unilateral de suspensión del proceso de salida.
El fallo leído en Luxemburgo, sede del tribunal, caldeará aún más el ambiente en Londres, donde el acuerdo de retirada de la UE se enfrenta a feroces críticas tanto entre los partidarios de un Brexit duro como entre quienes desean permanecer en la Unión.
El acuerdo suscrito por May con los 27 contempla un periodo transitorio de salida de 21 meses (hasta diciembre de 2020), prorrogable un año o dos, durante el que Londres seguirá acatando la normativa comunitaria. Y la posibilidad de que Reino Unido continúe de manera indefinida en la unión aduanera, sometido a las normas comerciales de la UE, si al final del periodo transitorio no se pacta una fórmula que evite la aparición de una frontera física entre Irlanda (zona comunitaria) e Irlanda del Norte (territorio británico).
La UE ha advertido de que ese pacto “es el mejor y el único posible”. Pero May no ha logrado por ahora el apoyo firme de sus diputados y cuenta con el rechazo de la oposición laborista. Numerosos diputados exigen a la primera ministra británica que renegocie el acuerdo, una posibilidad a la que Bruselas, por ahora, se resiste.
La amenaza de la revocación del artículo 50 podría convencer al ala dura del Brexit de que el acuerdo de May es la única forma de garantizar la salida. Para los partidarios de permanecer en la UE, la revocación del mencionado artículo, o su prolongación, mantendría viva la esperanza de un segundo referéndum que creen que podrían ganar para evitar la salida de Reino Unido.