Díaz no asume la derrota y negociará
El PSOE se resiste a ser un convidado de piedra en las negociaciones para la investidura y va a esgrimir la legitimidad que le otorga su victoria en las elecciones, en el 80% de los municipios y por siete puntos respecto del PP y 10 de Ciudadanos, para liderar las conversaciones. “Soy la candidata del partido con mayor respaldo electoral y nadie tiene derecho a vetar a un partido solo porque durante 36 años lo han votado los andaluces”, señaló ayer Susana Díaz, obviando lo avanzado del acuerdo de PP y Ciudadanos.
Díaz reconoció, eso sí, que podría verse fuera de San Telmo. “Pese a haber ganado las elecciones, podemos encontrarnos en un escenario en el que no podamos volver a gobernar”, señaló. El PSOE andaluz va a iniciar contactos con todas las fuerzas políticas, salvo Vox. Tienen la intención de comenzar las conversaciones oficiales con Adelante Andalucía. Los socialistas sostienen que hoy por hoy el bloque de izquierdas, en el que incluyen a la confluencia formada por Podemos e IU, suma más (50 diputados) que PP y Ciudadanos (47), que necesitarían de la extrema derecha para desbancarlos.
llegar a un acuerdo, como declaró la dirección del partido la misma noche electoral y en la que insistió el propio Moreno Bonilla este fin de semana en una entrevista con EL PAÍS.
Las negociaciones tomarán cuerpo en la reunión de hoy, a las cuatro de la tarde, en Sevilla entre los candidatos, Moreno Bonilla y Marín; y los secretarios generales de PP y Ciudadanos, Teodoro García Egea y José Manuel Villegas, respectivamente. Salvado el escollo de la presidencia, todo indica que las conversaciones irán sobre ruedas. “La fe mueve montañas y estoy muy cerquita de alcanzar la cima de la montaña. Escuchadme, que suelo acertar”, declaró ayer el candidato del PP.
Los populares plantearán medidas “de choque” como una auditoría de las cuentas de la Junta que aclare en qué se ha gastado el dinero público y cuánto hay comprometido hasta la fecha. Ciudadanos está de acuerdo, al igual que también hay consenso sobre la eliminación del impuesto de sucesiones. La rebaja del IRPF, la eliminación de la subasta de medicamentos, la reducción de las listas de espera y la mejora de infraestructuras educativas son otras de las medidas en las que están de acuerdo. Por su parte, Ciudadanos llevará tres bloques de regeneración democrática con la eliminación de aforamientos políticos.
Abstención
Cerrado el acuerdo, el PP y Ciudadanos sumarían 47 escaños (55 es la mayoría absoluta), incluirían un pacto de control de la Mesa del Parlamento Andaluz y después el objetivo es pedir la abstención al PSOE (45 diputados), para no tener que apoyarse en los 12 escaños de Vox.
Los socialistas, sin embargo, no contemplan la opción de abstenerse. “A los que piden la abstención del PSOE para que gobierne la tercera fuerza, lo más lógico sería preguntarles por qué no se abstienen ellos con la primera fuerza. Son interrogantes que tendremos que debatir en los próximos días”, advirtió ayer Susana Díaz durante la reunión del comité director, el máximo órgano entre congresos de la federación andaluza, donde se analizaron los resultados electorales.
La presidenta en funciones advirtió de que no solo no se abstendrá, sino que no apoyará ninguna otra medida de ese eventual Gobierno del PP y Ciudadanos, por lo que estos tendrían que apoyarse permanentemente en Vox. “No se puede gobernar Andalucía con 47 escaños sin el apoyo de Vox. Cualquier votación en el Parlamento necesitará el apoyo activo de la ultraderecha. Vox no podrá ser un colaborador pasivo en Andalucía”, alertó Díaz. Los socialistas incidirán en la incomodidad que eso le supone a Ciudadanos. Perdida la batalla de la Junta, se trata de ganar el relato. Todos se culparán de permitir a la extrema derecha que condicione el Gobierno andaluz.
la irritación desatada por los desafueros del procés independentista ha sido la levadura que ha inflado a Vox. Los astrónomos antiguos lo llamaban efecto de nova , y los modernos advierten de que lo que parece un nuevo astro es en realidad un destello de radiación muy brillante, pero de corta duración.
De las decisiones de los partidos (de la izquierda no menos que de la derecha) depende que el brillo de Vox se apague o no. Mientras tanto, quienes durante décadas han alertado contra el fantasma de la España uniforme que según ellos representaban los idearios del PP y de Ciudadanos, una acusación sin base y repetida con una insistencia tal que parecía encubrir el morboso deseo de que su rival se pareciera al monstruo mitológico de su imaginación, pueden recordar hoy el aforismo atribuido a Santa Teresa según el cual por nada se vierten más lágrimas que por las plegarias que nos son concedidas.