Nuevos poderes del Banco de España para limitar el crédito
El Banco de España podrá establecer límites a las condiciones en que se dan los créditos. Por ejemplo, se podrá limitar el número de veces que un préstamo sobrepasa los ingresos anuales del hipotecado. También se podrá restringir la cantidad mensual que se paga de hipoteca respecto a la renta disponible. O el valor del crédito respecto al de la vivienda, que ahora ha vuelto a los niveles precrisis del entorno del 80%. O los plazos para los que se concede el préstamo. En definitiva, son medidas que hacen que el pago de la entrada sea mayor y que, por tanto, no sean populares. De ahí la necesidad de que imperen los criterios técnicos, cosa que algunos cuestionan si el Banco se ve obligado a consensuarlo con el Gobierno en el consejo de la autoridad.
Además, según se recoge en el decreto, el Banco de España podrá fijar un tope a la exposición de una entidad a un sector como el inmobiliario o el crédito al consumo. O exigir más capital para contrarrestar el crecimiento del crédito en un sector específico como el consumo.
Una década después de la crisis, las autoridades españolas son conscientes de sus limitaciones: se han quedado sin política monetaria —ahora en el BCE—; no pueden devaluar moneda; carecen de la supervisión de la banca —también en el BCE— y la política fiscal está muy restringida por la alta deuda y el control de Bruselas. De modo que estos instrumentos son de los pocos que les quedan para suavizar los vaivenes del ciclo. “Inevitablemente habrá desaceleraciones y recesiones. Pero hay que evitar que sean profundas y generen una restricción financiera que las agudice”, dice una fuente del Banco de España.