EL CAFÉ INTELIGENTE YA ESTÁ AQUÍ

La máquina Expert de NESPRESSO combina diseño innovador y todas las opciones de personalización para que tu taza a medida contenga todo el sabor posible

Conseguir un café perfecto, en todas sus versiones y combinaciones, ya no es algo solo al alcance del más experimentado de los baristas. ¿Cuál es, entonces, el secreto? Ya no existe ninguno: la nueva máquina Expert de NESPRESSO ha llegado para permitirnos que nuestra taza de café ideal sea tan rápido y fácil de hacer como degustarlo. Un cappuccino con espuma, un ristretto bien caliente, un café largo americano… Todas las opciones son posibles, y nunca han sido tan fáciles de conseguir. La máquina Expert de NESPRESSO nos permite controlar la temperatura y el tamaño de nuestro café. A nuestra disposición tenemos cuatro tamaños de taza –Ristretto (25 ml), Espresso (40 ml), Lungo (110 ml) y el nuevo Americano (25 ml de café y 125 ml de agua caliente)–, tres configuraciones de temperatura del agua y tecnología inteligente Bluetooth Smart con la que preparar nuestro café desde el smartphone a través de la aplicación NESPRESSO.

La Expert de NESPRESSO, además, innova a través de su sofisticación. Su diseño, con una moderna disposición en la pared, nos acerca a la experiencia de ser un barista sin salir de casa. A través de la aplicación de NESPRESSO, podremos guardar nuestras recetas de café favoritas. Además, la máquina emite un aviso cuando la reserva de cápsulas se está agotando o cuando falta agua. Sus dos opciones de color, Off Black y Anthracite Grey, están disponibles en los modelos Expert y Expert&milk. Este último incluye un espumador de leche Aeroccino 3 totalmente integrado. Todas las posibilidades en nuestra mano.

COMO UN ELEFANTE EN UNA ALFARERÍA Apparatu

De lejos, el monumental reloj que ocupa el escaparate de la tienda Hermès en Barcelona hasta el 6 de noviembre parece hecho de madera o de bambú, pero al mirarlo de cerca se aprecia la fragilidad de la cerámica. “En realidad, es un reloj absurdo porque este no es el material ideal, ni la estructura. Tiene un punto de imposible en lo conceptual y en lo matérico”, explica Xavi Mañosa, el hombre que está detrás de la firma Apparatu y que ha tomado el relevo de otros creadores a la hora de instalarse en las vidrieras de la marca e interpretarlas a su manera. En el pasado, la gallega Pamen Pereira hizo volar una bandada de golondrinas saliendo de un bolso, el estudio francés Zim & Zou montó la guarida de un zorro que parecía soñado por Wes Anderson y el grafitero Kongo tagueó el logo de la marca.

A Mañosa, que solía fijarse en los escaparates de Hermès mucho antes de plantearse colaborar con ellos, se le quedó especialmente grabado el trabajo del japonés Tokujin Yoshioka, que hace ya 15 años montó una instalación tan sencilla como impactante, un trampantojo de videoarte en el que daba la impresión que una mujer soplaba desde una pantalla un carré de Hermès. Su propuesta, sin embargo, es bastante más compleja de ejecutar. Habla del tiempo como unidad de medida del lujo. Además, le gustaba la idea de trabajar con un material tan humilde como la terracota para una firma que representa lo más exquisito.

El artista cumple una década como Apparatu. Hijo de ceramistas, renegó del negocio familiar hasta que aceptó volver de Berlín, donde vivía, a Barcelona, y hacerse cargo del taller familiar. Entonces descubrió que sabía más de cerámica (“un material que tiene muy mala baba y es muy traicionero”) de lo que creía y, lo que es más importante, que le encantaba. Desde entonces, ha convencido a sus padres y ahora le ayudan a hornear sus lámparas o sus jarrones decorados con emojis.

«En realidad, el reloj que he creado para el escaparate de Hermès es absurdo: no es el material ideal, ni la estructura. A nivel conceptual y matérico tiene un punto imposible» Xavi Mañosa

Teresa Sapey* escoge a Lucas y Hernández-Gil como su estudio nacional favorito. De este dúo de arquitectos e interioristas subraya “su manera sutil y elegante de tratar el espacio sin caer nunca en el minimalismo”. * Afincada en Madrid desde 1990, Teresa Sapey (Italia, 1962) pertenece a ese modelo de arquitecto global que integra interiorismo y diseño de mobiliario en sus proyectos. ¿Su hit? El parking del Hotel Puerta de América, donde compartió honores con Pawson, Nouvel, Foster o Hadid.

JUEGOS REUNIDOS Lucas y Hernández-Gil

Cristina Domínguez Lucas y Fernando Hernández-Gil, nacidos ambos en Madrid en 1979, se conocieron en el colegio y cursaron juntos la carrera de Arquitectura, donde los consabidos concursos de estudiantes les empujaron a trabajar en pareja. En 2007 abrieron su estudio de arquitectura, interiorismo y diseño de mobiliario con algunas premisas claras: curiosidad, intuición y oficio.

Eso, traducido a los proyectos que llevan realizando desde entonces (hoteles, viviendas, cafeterías y restaurantes), se materializa en una apuesta por lo tranquilo, la luz natural, las texturas derivadas de la construcción, el gusto por pocos elementos pero bien seleccionados y, algo que la propia Sapey destaca: una utilización bastante personal del color. “Lo trabajamos de diferentes maneras. En el entorno doméstico, el uso del color se acentúa en el mobiliario y en los elementos decora- tivos. Cuando se trata de espacios públicos, el color aparece desde las primeras fases del trabajo. Se trata como un material más del proyecto”.

Se declaran seguidores confesos del sociólogo estadounidense Richard Sennett y de su defensa del artesano, y predican con el ejemplo, pero Lucas y Hernández-Gil tampoco olvidan el lado lúdico de todo esto: “Nuestra intención es crear un marco, un tablero de juego del que el usuario pueda apropiarse. El tiempo lo completa”. Así que ya sabe: los años y usted dirán.

LA SIESTA ES POLÍTICA Takk

En una carrera en la que lo habitual tras acabar los estudios es presentarse a concursos hasta ganar alguno o conseguir un cliente, el caso del estudio TAKK, fundado en 2010 por Mireia Luzárraga (Madrid, 1981) y Alejandro Muiño (Barcelona, 1982), es atípico. Empeñados en encontrar “otras maneras de producir arquitectura”, estaban más interesados en las experiencias generadas por los objetos construidos que en el concepto de arquitecto como creador de formas. “Así trabajas con más libertad y responsabilidad. Ves tu trabajo como algo político, capaz de generar debate”, comentan. Su proyecto Mountain, por ejemplo, involucraba a estudiantes universitarios para crear “un espacio desjerarquizado donde relajarse, reunirse o echarse la siesta”.

MANO DE ARQUITECTO, CABEZA DE INVESTIGADOR Pedro Pitarch

En su web, Pedro Pitarch (Cáceres, 1989) se define como músico y arquitecto contemporáneo. “Haber estudiado música me ha hecho entender que toda producción cultural es un evento crítico, una forma de compromiso social con un determinado momento que construye nuestras sociedades”, dice. Muy interesado en las aproximaciones críticas y provocadoras a la arquitectura de nombres como Cedric Price, John Hejduk o Enric Miralles, Pitarch intenta mantener el equilibrio entre creación e investigación. Un nuevo arquitecto cuyo rol “ha migrado del trazo de objetos a la investigación de nuevos mecanismos con los que generar arquitectura”.

Andrés Jaque* destaca a Takk ya

Pedro Pitarch porque “ambos ejercen una arquitectura que se hace cargo de la complejidad del mundo actual y da respuestas muy convincentes fáciles de comprender”. * Que el estudio de Andrés Jaque (1971) se llame Oficina de Innovación Política deja claro el planteamiento crítico y experimental de este arquitecto madrileño afincado en Nueva York. ‘Políticas Transmateriales’, una recopilación de sus trabajos, se expone hasta el 11 de noviembre en la Tabacalera de Madrid.