Mercedes no abusa... por ahora
Hamilton manda en los primeros ensayos en Melbourne y Ferrari sigue a su estela
Arrancó al fin el Mundial de F-1, aunque el panorama no parece que vaya a cambiar a corto plazo respecto a los últimos años. Lewis Hamilton lideró las dos sesiones de entrenamientos del GP de Australia, primera cita del calendario más largo de la historia (21 citas, la primera mañana a las 7.10, Movistar F-1), aunque lo hizo con menos diferencia de la esperada. De cualquier forma, todo parece apuntar a que la marca de la estrella y su buque insignia, campeón en tres de los últimos cuatro años, se moderaron en esta primera toma de contacto.
El británico fue el más rápido en Albert Park, aunque la décima que le separó de Max Verstappen (Red Bull) parece un margen mucho menor del que realmente hay entre los monoplazas de la compañía de Stuttgart y el resto. Valtteri Bottas fue el tercero más rápido, mientras que Kimi Raikkonen, el primero de los Ferrari, finalizó el cuarto, por delante de Vetttel.
El alemán, coronado cuatro veces seguidas como estilete de Red Bull (2010-2013), fue capaz de poner en jaque a Mercedes y amenazó la hegemonía del gigante germano el curso pasado, después de que la Scuderia afilara su monoplaza en pretemporada. Ocurrió, no obstante, que la robustez del coche se resintió cuando llegó el momento de subir el régimen, circunstancia que terminó por allanarle el camino a Hamilton. Los cinco triunfos del piloto de Heppenheim escenificaron el salto de calidad dado por la tropa de Maranello, que sin embargo no fue suficiente para discutir el monopolio de la estructura dominadora de la era híbrida. “Creo que todavía tenemos mucho más potencial para poder ofrecer. Si todo está en su sitio, ofreceremos una versión mucho mejor”, resumió Vettel antes de la cronometrada de hoy; “parece que estamos cerca”.
Alonso concluyó con el octavo mejor registro, a 1,2 segundos de Hamilton. Carlos Sainz fue 11ª.