La economía catalana resiste el ‘procés’ y crece más que la media
Pese a la incertidumbre, la economía catalana creció en 2017 un robusto 3,3%, por encima de la media española situada en el 3,1%. Los atentados y el referéndum independentista tuvieron un impacto en las inversiones, el comercio, las matriculaciones, el turismo, los depósitos y las sedes de empresas. Sin embargo, una parte del efecto ha sido momentáneo y la actividad en Cataluña se recupera incluso a un ritmo más rápido que el resto de autonomías.
Además, las exportaciones catalanas han empujado mucho. Hasta el punto de que durante el último año Cataluña ha sido tras Galicia la comunidad que más ha contribuido al récord de ventas al exterior, según Comercio.
Los datos asustaban: 1.000 empresas trasladaron su domicilio fiscal. Cayeron los viajeros, las pernoctaciones y los precios del turismo. También se desplomó el comercio, y 31.400 millones salieron de Cataluña, lo que da una idea de lo cerca que se estuvo del corralito. Hasta el FMI alertó.
Pero ahora ese catastrofismo se ha disipado. Aun así, el crecimiento de Cataluña en 2017 resulta dos décimas más bajo que el del año precedente, cuando se alcanzó un 3,5%. Al igual que la economía española, ha sufrido una ralentización en 2017 de dos décimas.
“La composición del crecimiento en Cataluña ha sido atípica. La demanda interna se ha visto afectada, con el consumo creciendo un 0% según la agencia catalana Idescat. Por otro, la producción industrial y las exportaciones han exhibido una evolución espectacular. En general, las empresas han percibido el shock como algo temporal y el empleo no ha acusado el impacto. Además, las empresas han compensado la caída de la demanda bajando precios, lo que ha ayudado a normalizar la actividad”, explica Miguel Cardoso, economista del BBVA.
Dicho esto, los indicadores de la Autoridad Fiscal dicen que Cataluña está registrando un leve declive.
El PIB catalán crecía al 1% en el segundo trimestre de 2017, por encima del 0,9% de España. En cambio, en el cuarto solo sumó un 0,7% frente al 0,8% de la economía española. Es decir, ha pasado de crecer por encima a crecer por debajo. La autoridad estima que la actividad en Cataluña solo aumentará un 0,6% en el primer trimestre de 2018 y un 0,5% en el segundo, por debajo del 0,8% y 0,8% que prevé para España. Es decir, la desaceleración no es tan brusca como se valoró en un primer momento. Pero sí que algo sucede. De hecho, el Banco de España explicó esta semana que espera un crecimiento “algo menor” de Cataluña en el primer trimestre.