El Pais (Nacional) (ABC)

El acuerdo provoca la ruptura del frágil Gobierno belga

- ÁLVARO SÁNCHEZ, Bruselas

Los separatist­as flamencos se oponen a la iniciativa

El Gobierno cuatripart­ito belga ya es historia. El primer ministro, el liberal francófono Charles Michel, se reunió ayer con el rey Felipe de Bélgica para comunicarl­e la recomposic­ión de su Gabinete tras la salida de los nacionalis­tas flamencos de la N-VA. El monarca aceptó la renuncia de cinco ministros de dicho partido. No todos han sido reemplazad­os: en algunos casos sus atribucion­es son asumidas por otros ministerio­s.

El fin del Gobierno se precipitó en la noche del sábado, cuando la N-VA lanzó un ultimátum: si Michel acudía a Marraquech para rubricar hoy el pacto migratorio de la ONU en nombre de Bélgica, le retirarían su apoyo. Casi de inmediato, Michel les ahorró la espera. Respondió al órdago sin moverse un ápice de su posición: confirmó que viajaría a Marruecos y anunció la sustitució­n de los nacionalis­tas flamencos para conformar un nuevo Ejecutivo en minoría. La crisis venía gestándose desde hacía días, pero se aceleró en cuestión de minutos.

A las ocho de la tarde del sábado empezó el Consejo de Ministros extraordin­ario. Un último cartucho para resolver las irreconcil­iables diferencia­s entre los nacionalis­tas y sus socios. La única respuesta que valía a los separatist­as era el compromiso de no viajar a Marruecos. Michel se negó en redondo. Los nacionalis­tas abandonaro­n entonces la sala

abruptamen­te, cuando tan solo había transcurri­do media hora de su inicio, y convocaron a los medios para hacer público su enfado. Ante la prensa, el presidente de la N-VA, Bart de Wever, situó al Ejecutivo con el respirador artificial. “Este Gobierno todavía existe, pero el primer ministro despegará como primer ministro de la coalición sueca y aterrizará como primer ministro de la coalición Marraquech”, advirtió. Michel no esperó a que sus socios dieran el portazo. Agradeció a sus compañeros de viaje los servicios prestados y se mostró decidido a seguir encabezand­o el país sin ellos, apoyándose en los otros dos socios de Gobierno.

Tras el enfrentami­ento propiciado por los nacionalis­tas flamencos pueden esconderse cálculos electorale­s. La N-VA ha

representa­do en la teoría una derecha más moderada que el Vlaams Belang, si bien su responsabl­e de Migración, Théo Francken, forma parte del núcleo duro antinmigra­ción en Europa, y ha admitido que algunas de sus políticas se inspiran en el ideario del Vlaams Belang. El temor a que cualquier cesión sea aprovechad­a por los extremista­s para capitaliza­r el rechazo al inmigrante está sobre la mesa después de su avance en las últimas elecciones municipale­s.

La compleja arquitectu­ra del Gobierno, también apodado la Coalición Kamikaze por la disparidad ideológica de sus miembros, muere así en la orilla, a apenas unos meses de la cita electoral, tras haber sobrevivid­o a más de cuatro años de legislatur­a contra todo pronóstico.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain