Protestas contra el juez y cargas de los Mossos
El ingreso en prisión de cinco líderes independentistas dictado por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena volvió a sacar ayer a miles de manifestantes a la calle. Entidades como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural llamaron a concentrarse frente a los Ayuntamientos de todos los municipios catalanes y, en Barcelona, en la plaza de Cataluña. Paralelamente, los llamados comités de defensa de la república convocaron una marcha que terminó frente a la Delegación del Gobierno en Cataluña, donde se encontraron con los demás manifestantes. A partir de las siete de la tarde, los convocados por los comités de defensa de la república cortaron la avenida Diagonal. La cabecera de su manifestación se encontró con un dispositivo de los Mossos d’Esquadra en el cruce entre la calle Mallorca y la calle Roger de Llúria, donde tiene su sede la Delegación del Gobierno en Cataluña. Manifestantes y Mossos protagonizaron momentos de tensión al intentar los primeros traspasar la barrera policial. El cuerpo policial de la Generalitat cargó contra los manifestantes y algunos concentrados fueron desalojados. La manifestación obligó a cortar diversas calles en pleno centro de Barcelona. La concentración en la plaza de Cataluña reunió a más de 10.000 personas, según los primeros datos de la Guardia Urbana, para protestar contra las medidas adoptadas por el juez Pablo Llarena. Mientras, en decenas de municipios centenares de personas protestaron contra la prisión sin fianza de los cinco políticos independentistas que se suman a los cuatro líderes que se encuentran en prisión provisional desde octubre y noviembre. Los manifestantes lanzaron proclamas como “libertad presos políticos” o “no hay prisión para tanta dignidad”. En un manifiesto, la ANC pidió “unidad frente a la represión” y calificó de “rehenes” a los políticos presos.