Marta Rovira se convierte en la séptima fugada del ‘procés’
La secretaria general de ERC, pieza clave en la movilización de alcaldes, huye a Suiza
Rovira, el jueves en la fallida sesión de investidura de Jordi Turull en el Parlament. Suma y sigue. La secretaria general de Esquerra Republicana, Marta Rovira, pasó a engrosar ayer la lista de dirigentes del proceso independentista que han huido de España para eludir la acción de la justicia. Y ya son siete. Rovira no se presentó a declarar ante el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, y emitió un comunicado en el que afirmaba que se marchaba al “camino del exilio”. Al igual que la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, Rovira se ha instalado en Suiza. De esta forma, espera esquivar el procesamiento por un delito de rebelión.
La noticia de la fuga de Rovira se conoció a la misma hora en que la secretaria general de Esquerra estaba citada para comparecer ante el juez, quien debía informarle sobre su procesamiento. Las caras de sorpresa e incredulidad fueron la norma entre los dirigentes y diputados de ERC que se habían concentrado frente al Tribunal Supremo para acompañar a Rovira y a los otros cinco dirigentes independentistas que ayer tenían que comparecer.
Una carta firmada por ella y publicada en la web de Esquerra Republicana da cuenta de la huida. La dirigente afirmó en la misiva que emprende “un camino duro que, desgraciadamente, tantos otros” que la preceden “han tenido que coger”. “El camino del exilio”, apostilló la líder independentista, antes de añadir: “Siento tristeza, pero mucho más triste ha sido vivir silenciada”. El único de los líderes independentistas fugados de la justicia que evitará la orden de detención internacional será la exportavoz de la CUP Anna Gabriel. Esta decidió escapar a Suiza, el 20 de febrero, cuando tenía que declarar ante el juez Llarena. La exdirigente antisistema se instaló en Ginebra. El magistrado no cursará la orden de arresto ante las autoridades helvéticas porque solamente le atribuye un delito de desobediencia por presentar, pese a la prohibición del Constitucional, la proposición de ley de transitoriedad jurídica, la norma de ruptura de Cataluña con España. Este delito se castiga solo con multa, por lo que no cabe el ingreso en prisión. Si vuelve a España, no obstante, será detenida para comparecer ante el juez. Fuentes de su entorno aseguraron horas después que se encuentra en Suiza, desde donde pretende seguir ejerciendo como secretaria general del partido que preside Oriol Junqueras, en prisión desde noviembre.
Rovira, a la que la Guardia Civil situaba en sus informes en el “comité estratégico” del intento de secesión, es la única de las personas investigadas en libertad bajo fianza que no tenía el pasaporte retirado. Sobre ella pesaba una fianza de 60.000 euros y la obligación comparecencias cada 15 días. El auto de procesamiento del juez por rebelión destaca la “participación esencial” de Rovira “en la ideación de mecanismos de actuación, impulso parlamentario de una legislación de soporte y coordinación de sectores de la Administración”. Llarena de que no tiene intención de entregar a los consejeros fugados allí. Pese a que las leyes helvéticas castigan con prisión las sediciones y los intentos de secesión violentos, obligan a denegar la extradición de supuestos delincuentes si el procedimiento de entrega se activa por “un acto que, según las concepciones suizas, reviste un carácter político preponderante”. Sobre el carácter político de la infracción decide el Tribunal Penal Federal, la máxima instancia judicial de la Confederación. Pese a esta negativa de partida, el magistrado Llarena ha decidido cursar la orden de detención en Suiza contra Marta Rovira, que ayer faltó a su citación para que se le notificara el auto de procesamiento. Con ello evitó la entrada en prisión que afectó a sus compañeros Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Dolors Bassa y Carme Forcadell.
El 5 de diciembre, Llarena decidió retirar las órdenes europeas de detención dictadas contra Puigdemont y los cuatro exconsejeros imputados por el proceso independentista que se encontraban con él en Bruselas, pero mantuvo la advertencia de arrestarlos si entraban en España. El magistrado consideró que se debían retirar las órdenes europeas que emitió la Audiencia Nacional porque podrían condicionar la evolución de la investigación y porque solo podrían ser juzgados por los delitos reconocidos por el código penal belga, circunstancia injusta en relación con el resto de imputados en España, que no contarían con esa limitación. El Supremo investiga a los cinco diputados huidos en Bélgica por formar parte de la dirección del proceso secesionista en Cataluña que terminó con la declaración unilateral de independencia el pasado 27 de octubre.
El artículo 40.1 de la ley 23/2014 de reconocimiento mutuo de resoluciones penales en la Unión Europea contempla que “cuando se conozca el paradero de la persona reclamada, la autoridad judicial española podrá comunicar directamente a la autoridad judicial competente de ejecución la orden europea de detención y entrega”. también apunta a Rovira por su “responsabilidad ante el referéndum para lograr plena disponibilidad de centros de votación”. En este sentido, Rovira habría sido una pieza clave para alinear a los alcaldes de muchos municipios catalanes para que pusieran locales a disposición del referéndum ilegal.
Con su huida, ya son siete los fugados del procés. Los exiliados en Bruselas son el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el exconsejero de Salud, Toni Comín; el extitular de Cultura, Lluis Puig y la antigua exresponsable de Agricultura, Meritxell Serret. Una quinta exconsejera, Clara Ponsatí, se trasladó de Bélgica a Escocia. El pasado mes de febrero Anna Gabriel, exdiputada de la CUP, optó por Suiza para eludir la acción de la justicia.