Una habitación para Lorca en Granada
La Fundación del poeta acoge una muestra con 200 piezas sobre sus años en la madrileña Residencia de Estudiantes
El legado de Lorca llegó el lunes a Granada, su ciudad, desde otra de sus ciudades, Madrid. Ayer, fue recibido oficialmente en el que será su nuevo hogar. El legado lorquiano deja atrás la Residencia de Estudiantes que lo ha acogido desde 1986, para alojarse en el Centro Federico García Lorca, que se encargara de irradiarlo al mundo.
Lorca ha vuelto a la ciudad andaluza a través de sus manuscritos, de sus fotografías e incluso de su ropa, con la exposición Una habitación propia. Federico García Lorca en la Residencia de Estudiantes. 19191936. El centro adquiere todo su sentido, tras tres años en los que ha sobrevivido sin el legado para el que estaba originalmente diseñado, los más de 5.000 manuscritos, fotografías, dibujos, etcétera que la familia del poeta, a través de la Fundación García Lorca, han cedido.
Ayer era día “histórico” en la ciudad, como dijo su alcalde Francisco Cuenca. Atrás quedan los 15 años que ha costado llegar a este momento que es una avanzadilla de lo que ha de llegar. La muestra está compuesta por 200 piezas de las que apenas un centenar forma parte del legado que ha de instalarse aquí. El resto son préstamos de instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o la propia Residencia de Estudiantes. En tres meses, antes del 30 de junio, el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, ha confirmado que llegará a la ciudad la totalidad del material.
Laura García Lorca, sobrina del poeta y presidenta de la fundación que en nombre de la familia mantiene vivo su espíritu, ha enfatizado el esfuerzo de las instituciones en cumplir los acuerdos alcanzados que harán posible la normalización de esta nueva institución lorquiana y su puesta en marcha de acuerdo a los objetivos iniciales. La muestra inaugurada, en palabras de su comisario, el catedrático de Literatura española Andrés Soria Olmedo, especialista en Lorca, cumple una doble función, de “despedida de la Residencia de Estudiantes” y, a la vez, de bienvenida “a la habitación propia” que supone para el legado lorquiano su nueva ubicación. Como ha recordado el consejero andaluz de Cultura, “Federico se reencuentra con su tierra a través de su legado” y Granada “lo va a cuidar, proteger y difundir”. El objetivo es el de convertir el espacio “en un centro de excelencia, con una programación de calidad, acorde al legado”.
Una habitación propia ha estado expuesta en la Residencia de Estudiantes anteriormente y podrá verse en el Centro Federico García Lorca hasta el 24 de junio. En ella, a través de la correspondencia del poeta, de ropa como el mono azul de la Barraca con el que tantas veces se fotografió, de sus dibujos y de las pinturas de sus amigos artistas, se retrata la vida del poeta en la residencia madrileña, espacio clave de su vida. Un lugar imprescindible para entender tanto su agitada vida social, en la que conoció a artistas como Dalí, Buñuel, Pepín Bello y otros, como su efervescente producción artística, en la que pasó, como explica el comisario de la muestra “de atender como estudiante en centenares de conferencias a ser él el conferenciante”.