Botín: “Los españoles que han hecho sacrificios deben también beneficiarse de la recuperación”
El Santander elevará en 2018 el dividendo desde 22 a 23 céntimos por acción. Además, a partir del ejercicio de 2019, se pagará solo en efectivo (no en acciones) y en dos veces, en lugar de trimestral como ahora. Lo anunció ayer Ana Botín, presidenta del banco, en la junta de accionistas. Vaticinó que en 2018 la economía de España crecerá el 3% por cuarto año. “La prioridad es que seamos también referencia en crecimiento inclusivo: que los españoles que más sacrificios han hecho estos años de crisis también se beneficien de la recuperación”, dijo.
El llamamiento hacia el crecimiento inclusivo que lanzó ayer Botín parecía dirigido directamente a las empresas para que suban los sueldos, al menos algunos. En ese sentido, puso como ejemplo a su propio banco: aseguró que la entidad ha elevado este año el salario un 10% “en base a la productividad” a un total de 3.400 personas “de los rangos más bajos” de su propia plantilla.
La junta de accionistas de ayer era la primera que celebraba la entidad tras haberse quedado el Banco Popular. Fue liquidado por las autoridades de supervisión el 7 de junio, en una sola noche, y vendida inmediatamente al Santander, a cambio de que la recapitalizara para así evitar su concurso de acreedores. El banco llevó a cabo una ampliación de 7.072 millones de euros para hacer la operación. Los accionistas del Popular, cerca de 100.000 inversores, perdieron toda su inversión, porque las acciones fueron puestas a valor cero antes de la venta.
“Popular fue el primer caso de resolución bajo el mecanismo único europeo”, recordó ayer Botín. Defendió que “la adquisición permitió su vuelta a la normalidad operativa tras la fuerte salida de depósitos, sin afectar a la estabilidad del sistema financiero y sin ayudas púbicas y la continuación del servicio a clientes”. Al Santander, según su presidenta, le permitió reforzarse en el segmento de pymes y en Portugal. “Les puedo confirmar hoy que esperamos una rentabilidad sobre la inversión del 13%-14% en el año 2020 y un impacto positivo de al menos el 2% en el beneficio por acción desde el 2019”, avanzó Botín.
Durante el turno de intervenciones, en el que pidieron la palabra una treintena larga de accionistas, algunos expropietarios de títulos del Popular lamentaron las pérdidas y reclamaron un acuerdo económico. Un representante de la asociación Adicae cuestionó los bonos que el Santander entregó a accionistas del Popular como compensación, por sus restricciones (deben mantenerlos siete años y renunciar a pleitear).
“Lamento la pérdida de sus acciones y bonos”, respondió Botín a los afectados. Pero insistió en que la resolución del Popular la llevó a cabo la Junta Única de Resolución Europea (JUR), no ella. “El Santander no tiene responsabilidad alguna en esa decisión”, dijo. El proceso, defendió, se ajustó a la legalidad. “Nosotros mismos pudimos comprobar la extrema situación en la que se encontraba el Popular”, aseguró, y recordó que tuvieron que inyectar 13.000 millones nada más llegar, al margen de la ampliación de capital. El bono de fidelización, dijo, lo sacaron para mantener clientes, “no para evitar litigios”.
La presidenta dedicó parte de su discurso a la transformación digital. “Hoy la regulación es más exigente con los bancos que con las grandes plataformas globales que hacen nuestras mismas actividades. Esto no puede ser así”, lamentó. “La sociedad necesita bancos seguros, pero con capacidad para innovar y poder ser competitivos”, señaló Botín, que pidió que el marco regulatorio “garantice las mismas reglas” para todos. “Dar un crédito o hacer un pago conlleva los mismos riesgos, lo ofrezca un banco u otra empresa. Necesitamos un marco regulatorio para la era digital”, insistió.