El obispado de Bilbao pone a un sacerdote en manos de la fiscalía
La diócesis separa del servicio a un presbítero al que tres mujeres, una de ellas menor, acusan de realizarles tocamientos
La fiscalía de Bizkaia investiga al presbítero —sacerdote, aunque no ejerce de párroco— Egoitz Arruza, responsable de la zona de Mungia (Bizkaia), quien ha sido acusado por tres mujeres de realizarles “tocamientos” entre los años 2015, 2016 y 2017, cuando el cura era responsable del grupo de scouts al que pertenecían las víctimas. Una de ellas era menor en aquel momento. El obispado de Bilbao ha puesto el caso en manos de la justicia ordinaria tras llevar a cabo su propia investigación.
Tanto el obispado de Bilbao como la asociación juvenil han apartado a Arruza de sus responsabilidades. El sacerdote se ordenó en 2005 y ha sido vicario parroquial en Derio, Zamudio, Lezama, Larrabetzu y Goikoelexea. La fiscal jefe de Bizkaia, Ana Barrilero Yarnoz, confirmó ayer que el obispado les comunicó los hechos y “se han abierto diligencias, las cuales se encuentran en fase de inicio de la investigación”.
La federación de scout s de Bizkaia, Euskalerriko Eskautak Bizkaia, formada por 27 grupos, recibió el pasado 1 de noviembre una denuncia contra el vicario por su comportamiento durante las actividades de educación de tiempo libre, según un comunicado hecho público ayer por el obispado.
La asociación informó el 26 de noviembre al obispo de Bilbao, Mario Iceta, tras hacer acopio de toda la información y de los relatos de las mujeres afectadas, quienes acusan a Arruza de “comportamientos inadecuados contra la libertad sexual”.
Un día después, la diócesis apartó de forma cautelar al presbítero de sus funciones públicas y abrió una investigación interna que concluyó el pasado miércoles. Sus conclusiones fueron remitidas a la Congregación para la Doctrina de la Fe el jueves, y el viernes 7 de diciembre se puso en conocimiento de la fiscalía.
La diócesis de Bilbao se mostró ayer preocupada por los hechos y aseguró que todos sus recursos educativos y de apoyo están a disposición de las tres mujeres afectadas y de sus familias. En una nota conjunta, la diócesis y la asociación que agrupa a los movimientos juveniles condenaron de “manera firme” cualquier comportamiento contra la libertad sexual.
Junto a las críticas, el obispado tuvo palabras de ánimo y agradecimiento para “la mayoría” de los presbíteros, de los que destacó la ejemplaridad y “entrega” de la “inmensa”. Anunció además que impulsará medidas de formación para que el “servicio de presbíteros no quede violentado por hechos que desdicen del ministerio que se les ha confiado”.