Luis García suple a Calleja en el Villarreal
El técnico madrileño vuelve a LaLiga tras su etapa asiática
Luis García Plaza ha sido el elegido por Fernando Roig como reemplazo de Javier Calleja en el banquillo del Villarreal. El técnico madrileño, de 46 años, regresa a LaLiga de la mano del club castellonense después de cuatro años alejado de los banquillos españoles, tras pasar casi dos temporadas en el Baniyas S.C de los Emiratos Árabes y, posteriormente curso y medio en el Beiging Renhe, con el que logró el ascenso a la Superliga de China y al que ha entrenado hasta hace unas semanas.
Luis García es un conocido de la familia Roig. En la temporada 2005-2006 fue inquilino del banquillo del filial amarillo, por aquel entonces en Tercera, y con el que logró el campeonato de la categoría con 100 puntos. Ahora regresa con la primera plantilla en la frontera del descenso.
Con una trayectoria como futbolista discreta y semiprofesional (alcanzó como techo la Segunda B con el Atlético de Madrid B y el Benidorm, retirado a los 27 años por una grave lesión de rodilla), Luis García logró su primera gran oportunidad en 2008 en el Levante, con el club en Segunda y en concurso de acreedores. Solo necesitó dos temporadas para lograr el ascenso y en su estreno en Primera, el club granota no tuvo problemas para mantenerse. En el verano de 2011, García se trasladó a Getafe, donde permaneció hasta su destitución en marzo de 2014. Luego llegó su aventura asiática.
Luis García sustituye a Javier Calleja, que deja de ser entrenador del Villarreal tras la jornada 15, con el conjunto castellonense a los pies del descenso, con solo 14 puntos: tres victorias y cinco empates, derrotado en siete partidos. Ni el bálsamo de la goleada (8-0), en la Copa ante el Almería, ni la posibilidad de clasificarse para las eliminatorias de la Europa League, han sido argumentos suficientes para que el técnico madrileño conserve su puesto.
La paciencia de Fernando Roig tuvo su límite con la derrota del conjunto amarillo ante el Celta el pasado sábado en el Estadio de la Cerámica (2-3). La imagen del equipo fue mala pese a la reacción final. Al finalizar el choque, a la salida del estadio, la apesadumbrada cara del dueño del club presagiaba el final de la etapa de Calleja al frente del Villarreal. El fantasma del descenso, como sucedió en 2012, aún no asusta, pero el equipo necesita mejorar mucho para cambiar esta dinámica tan negativa.