El Pais (Madrid) - El País Semanal
Música en la vegetación
En el origen de las cosas habita la mezcla. De sus raíces surge la esencia.
EN LA LENGUA yoruba que los afroamericanos hablaban en Cuba, irakere significa “vegetación”. Los músicos que, con Chucho Valdés a la cabeza, crearon un grupo musical con ese nombre aspiraban a redescubrir las raíces que hicieron crecer a su pueblo a través de la mezcla de sonidos africanos, europeos y americanos. El ritmo de la vida y los hallazgos poblaron sus discos de la misma forma que el descubrimiento de sabores antiguos resuena en el vino que los hermanos Josep y Joan d’Anguera y su amigo Joan València dedican a Chucho. Irakere 2015 es flor de melocotón y de uva, goloso en el olfato, austero y rústico en el trago. El carácter de sus uvas se percibe como el sonido de las campanas, transparente: agreste y profunda es la voz de la cariñena; adornada de cereales la del macabeo, y fragante y atiplada por la grosella madura la de la garnacha. Es un vino atractivo y discreto. Ciruelas de fraile y pan de payés entre zarzamoras.