El nivel del Ebro está ya por debajo del caudal de reserva
Los caudales son inusualmente bajos para el momento del año actual La margen derecha del río continúa por debajo de la mitad de su capacidad
Apesar de no figurar en los decretros de ayudas para la sequía, la cuenca del Ebro vive uno de los peores momentos de los últimos años. Las altas temperaturas, la ausencia de nieve para el deshielo y la escasez de precipitaciones han provocado que apenas discurra agua en el propio río Ebro a su paso por Zaragoza. Esta falta de caudal está dejando ver imágenes que hace años que no se repetían, como grandes isletas en el centro del cauce, enormes playas en las riberas y que, incluso, dejara de discurrir el caudal por las losetas del puente de Piedra.
De hecho, el Ebro ha descendido su volumen hasta pasar por debajo del caudal de reserva, cifrado en los 30 metros cúbicos por segundo. Ayer circulaban 27 metros cúbicos por segundo. El profundo estiaje que vive el Ebro tiene parámetros mucho más bajos que las medias de los últimos años. Por ejemplo, hace un año el caudal se duplicaba, y aún así era extremadamente bajo, ya que en un mes de junio normal puede superar los 150 metros cúbicos por segundo. De hecho, la situación de extrema sequía también pasa factura en Tortosa, que está al límite del caudal de reserva, en los 100 metros cúbicos. El panorama no indica que pueda mejorar en los próximos días, ya que no está previsto que haya precipitaciones en la cuenca que permita aliviar esta situación, que además se alarga ya demasiado en el tiempo.
Esta sequía / también tiene consecuencias en el agua almacenada en los emblases de la cuenca, que siguen al 74,8% de su capacidad, con 5.600 hectómetros cúbicos de los 7.490 que pueden albergar en su totalidad. Eso sí, esta semana han descendido globalmente su volumen hídrico un 1,1%.
Según los datos proporcionados ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en la misma semana del año pasado la situación era de 6.218 hectómetros cúbicos y el 82,8% del total, mientras que el promedio de los años 2012 a 2016 resulta ser de 6.182 hectómetros cúbicos. En la actualidad, el agua embalsada no supera el promedio de los años 2012 al 2016 y está por debajo de la cifra del año pasado, mientras que el mínimo del último lustro en esta semana corresponde a 2012, con 5.394 hectómetros cúbicos.
En el eje del Ebro, los embalses están al 70,1% de su capacidad, con 1.614 hectómetros cúbicos de los 2.304 de aforo total, tras bajar un 1,4% a última semana.En la margen derecha es donde la situación es más compleja, ya que el nivel de la cuenca es del 48,4%, con 301 hectómetros cúbicos de los 622 que puede albergar en su totalidad, tras haber bajado un 1,3% esta semana. En esta margen hay embalses en una situación de extrema gravedad, como el Guadalope o los de Aguasvivas, con una reserva mínima de agua embalsada.
Mejor está la situación en los grandes pantanos de la margen izquierda, que se encuentran al 80,7% de su capacidad, con 3.685 hectómetros cúbicos de los 4.564 de su capacidad total, tras disminuir su volumen en la última semana un 1,0%.
Los embalses de esta margen mantienen buenas reservas. Es el caso de Yesa, con un 78% de su capaciad, Ardisa, con un 91%, Mediano al 95%, o el Grado, con un 89%. La situación augura una mala temporada en los cultivos, especialmente los de secano, ante la falta prolongada de precipitaciones.
☰