Primer atentado antimusulmán en Londres tras la ofensiva yihadista
Un ciudadano galés de 47 años que fue detenido causa un muerto y ocho heridos en un atropello La ‘premier’ británica May promete combatir el «terrorismo y el odio» en todas sus formas
La violencia extremista sigue tratando de abrir grietas y enfrentar a la sociedad británica. Las víctimas del cuarto atentado terrorista que sufre el Reino Unido en los últimos tres meses fueron ayer musulmanes. Un acto de aparente revancha después de los sangrientos ataques que sufrieron Manchester y Londres a manos de extremistas islámicos.
El británico Darren Osborne, de 47 años, afincado en los alrededores de Cardiff, fue identificado como el individuo que en la madrugada de ayer atropelló deliberadamente con una furgoneta blanca alquilada a un grupo de musulmanes, que en estos días de Ramadán acababan de salir de los rezos de medianoche en la mezquita de Finsbury Park, ubicada en el norte de la capital británica.
Un hombre resultó muerto y otros diez heridos a causa de la embestida del vehículo en la calle de Seven Sisters. Los propios viandantes redujeron al agresor, que gritaba «¡Matadme, matadme!. Yo ya he hecho mi parte». El imán de la mezquita, Mohamed Mahmoud, tuvo que intervenir para controlar a la multitud furiosa y entre forcejeos evitar cualquier agresión al individuo, que fue entregado a la policía. «Gracias a Dios conseguimos rodearle y protegerle de cualquier daño. Detuvimos todo tipo de ataques y abusos que llegaban de todos lados».
Las fuerzas policiales y los servicios de inteligencia no tenían al parecer información o antecedentes sobre el agresor, que actuó solo y replicando una técnica, la del atropelló múltiple, empleada en algunos de los últimos ataques yihadistas en Europa. La zona se mantuvo todo el día acordonada, con agentes de la policía antiterrorista rastreando el lugar y recopilando pruebas.
Desde / el primer instante, las autoridades y los líderes religiosos pusieron especial cuidado en apaciguar los ánimos y evitar una posible espiral de violencia. La primera ministra, Theresa May, que reunió al comité de seguri- dad nacional Cobra, se desplazó a Finsbury Park para entrevistarse con dirigentes de una comunidad muy diversa y multicultural. Lo ocurrido «es un acto malvado, lleno de odio, que ha golpeado a la comunidad», afirmó. «Me satisface comprobar la fuerza de esta comunidad, todas las religiones juntas, unidas por un deseo común de expulsar el extremismo y el odio de nuestra sociedad», manifestó.
Las autoridades han ordenado el reforzamiento de las patrullas policiales junto a las mezquitas de la capital y de otros puntos del país. «No queremos que nadie piense que no puede seguir con su vida por sentirse vulnerable o tener miedo», declaró el alcalde de Londres, Sadiq Khan, él mismo un musulmán. «Este atentado en Seven Sisters, el de Manchester, el del puente de Londres, el del puente de Westminster, son un ataque a los valores que compartimos, valores de tolerancia, libertad y respeto. No vamos a dejar que los terroristas tengan éxito», añadió.
Por su parte, el secretario del Consejo Musulmán británico, Harun Khan, denunció el incidente como «una violenta manifestación de islamofobia». «Estoy conmocionado y siento rabia», afirmó.
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