El Paraninfo rescata el Aragón dibujado por Josep Rocarol
La muestra reúne los 255 dibujos realizados por el artista en el campo de penados de Belchite
Realizados inicialmente para dar testimonio preciso de la arquitectura de los edificios bombardeados durante la Guerra Civil, los Apuntes de Aragón, un total de 225 dibujos realizados por el artista barcelonés Josep Rocarol durante su estancia de prisionero en el campo de penados de Belchite, se exponen ya en la Biblioteca del Paraninfo de la Universidad de Zaragoza hasta el 17 de marzo de 2018.
Esta exposición, realizada a lo largo de los 12 años a los que Rocarol fue condenado por pertenecer al Servicio de Archivos de la Generalitat de Cataluña y haber sido designado Conservador del Monasterio de Pedralbes durante la Guerra Civil, ha sido cedida por Ignacio, Borja y Cristina Zabala-Adrada, nietos del teniente coronel Roque Adrada, ingeniero militar responsable de la unidad de Regiones Devastadas de Belchite, que precisó los servicios del artista para recoger los detalles de las edificaciones derruidas. Los tres nietos estuvieron ayer en el acto de inauguración de la exposición, que tuvo lugar en el Paraninfo, y a la cual también asistieron el vicerrector de Política Científica, Luis Miguel García Vinuesa; así como el profesor de Historia del Arte de la Facultad de Filosofía y Letras, Alberto Castán; y la profesora de Antropología Social de la Facultad de Ciencias Sociales, Elisa Sánchez, comisarios de la exposición.
«A pesar de que los dibujos de Rocarol no reflejan la decadencia de las estructuras, pues al fin y al cabo había sido contratado por el régimen y a este no le interesaba que se mostrasen las ruinas, los dibujos cuentan con un carácter documental y testimonial estrictamente veraz» indico Sánchez, que destacó el detalle de los mismos haciendo hincapié en la perseverancia que Rocarol tuvo a la hora de componer los pequeños elementos que dan forma a las composiciones. «Los dibujos suponían, además una reparación moral, una representación de lo tradicional y lo español, aquello que debía de ser reconstruido tras la guerra» indicó la comisaria.
Asimismo, Ignacio ZabalaAdrada expresó su deseo de que la exposición sirviese para «que el nombre de Josep Rocarol se dé a conocer más», ya que según él, «en Cataluña su nombre está completamente olvidado y nadie conoce la existencia de su estancia en el campo de penados de Belchite». «Estoy convencido de que su búsqueda del mínimo detalle estuvo causada por su necesidad de evadirse de la realidad, un estilo pictórico que distaba mucho de sus inicios en Barcelona, en los que compartió estudio y viaje a París con Picasso» indicó el heredero, que remarcó el gran talud estilístico presente en la obra de Rocarol a raíz de su encarcelamiento.
Al margen de los dibujos de Belchite, la exposición recoge asimismo estampas de otros lugares de la geografía aragonesa, a saber los municipios de Biescas, Oto, Broto, Gavín y Torla en Huesca; así como Cutanda y Navarrete del Río en Teruel.
A lo largo de su colección de grabados, estos dibujos testimoniales ofrecen detalles costumbristas de las casas aragonesas de la época, como la escasa privacidad de las alcobas, la celosa privacidad de la cocina, el detalle de los utensilios de campo presentes en los recibidores de las casas o la arraigada tradición religiosa que se veía manifestada en las casas con las figuritas de santos recogidas en pequeñas hornacinas excavadas en el propio muro de las viviendas.
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